Ruinas
Caminamos sobre los escombros del macronismo, pudo leerse en uno de esos medios que le han bailado el agua a la extrema derecha estos últimos años. Son esos mismos que alentaron el ascenso del actual inquilino del Elíseo los que ahora le tildan de «ególatra» a través de los periódicos que han comprado. Si en 2022 la patronal llamó a votar masivamente a favor del presidente saliente frente a la candidatura de Marine Le Pen, ahora se ha mostrado más discreta, tirando a condescendiente. Y mientras varios deportistas se posicionan del otro lado, el último el futbolista Jules Koundé que llamó a frenar a RN diciendo que «no es un partido que vaya a llevar a nuestro país hacia una mayor libertad y convivencia», otros, como los integrantes del pelotón del Tour, permanecen en silencio. Pero no porque no tengan nada que decir. Porque partió la carrera, premonitoriamente desde tierras de Meloni, con una consigna por parte de los patrocinadores: no posicionarse. Asegura “Libération” que Groupama FDJ, Décathlon-AG2R, Cofidis, Arkéa B&B Hotels o TotalEnergies han reclamado a sus ciclistas que, para evitar que entren moscas en su cuota de mercado, no abran la boca. Y ahí siguen circulando por ese país cuyo paisaje moral, social y político, más allá del macronismo y en parte por él, se encuentra prácticamente en ruinas.