La OTAN mantiene su apuesta por la escalada
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acaba de conmemorar sus 75 aniversario con una cumbre celebrada en Washington a la que ha invitado a sus aliados en Asia. La Organización nacida, en teoría, para contrarrestar al bloque soviético, no solo sobrevivió a su desaparición, sino que continuó su expansión, poniendo de manifiesto que la verdadera naturaleza de la alianza era ser un instrumento de EEUU para ejercer su dominio euroatlántico.
La cumbre no ha dejado grandes novedades. Tal vez lo más relevante haya sido el endurecimiento de la retórica, que más que fortaleza trasluce ciertas dificultades. La OTAN mantiene el compromiso de que todos los países aumenten hasta el 2% el gasto militar y ha subrayado la importancia de la disuasión nuclear, la necesidad de modernizar el arsenal nuclear y de desplegar nuevas armas en Europa, aunque reconocen que no existe un peligro inminente de ataque ruso. Como era de esperar, han apostado por aumentar el apoyo a Ucrania, tanto en el ámbito económico como en el institucional y militar, con ayuda en armamento, logística e interoperabilidad, en un intento de dibujar un «camino irreversible hacia la plena integración euroatlántica». La OTAN sigue insistiendo en la integración -una de las claves del conflicto en Ucrania- y dificultando una salida negociada. De hecho, el secretario general, Jens Stoltenberg, declaró que el mayor costo y el mayor riesgo es que Rusia ganara en Ucrania. Aun así, el discurso ha pasado de pronosticar con Borrell la derrota de Rusia en el campo de batalla, a tratar de evitar su victoria. Afirmaciones que reconocen implícitamente el papel que desempeña la OTAN en el conflicto de Ucrania, y que tratan de contrarrestar culpando a China de la prolongación de la guerra.
La cumbre ha ratificado la apuesta por un mayor gasto militar que solo traerá nuevas escaladas y un mayor peligro de una conflagración generalizada. En 1986 Euskal Herria dijo no a la OTAN, pero, a pesar de ello, el territorio vasco sigue formando parte de la Alianza que continúa utilizando las Bardenas. La mayor contribución de los pueblos pequeños de mundo a la paz es mantenerse al margen de las alianzas militares.