Un nuevo impulso para la UPV/EHU
La Universidad Pública del País Vasco nació en un momento de crisis y cambio, a principios de la década de los 80 y en medio de diversas transformaciones políticas, sociales, institucionales, económicas y culturales. Un proyecto iniciado tras la aprobación del Estatuto de Gernika y a la par de la puesta en marcha de toda una nueva estructura institucional para la Comunidad Autónoma Vasca. Todo ello era fruto del deseo de un país que quería autoorganizarse. Aunque el contexto era complejo, en vez de sumirnos en la rutina, se optó con valentía y responsabilidad por una nueva y clara dirección que empezaría a consolidarse en la década de los 90.
También ahora se están produciendo cambios importantes en el mundo que nos afectan. La emergencia climática hace imprescindible una transición ecológica; los cambios geopolíticos que se están produciendo en el mundo tienen consecuencias en nuestro país; hay cambios en nuestra estructura económica; los efectos de los procesos de digitalización y automatización en el mundo laboral y en la sociedad de la comunicación; los retos de la inteligencia artificial; las necesidades y oportunidades que genera el envejecimiento demográfico y los nuevos procesos migratorios; la crisis de cuidados; la dualización social permanente; la influencia de la globalización cultural hegemónica en el futuro de nuestra lengua y cultura... Son dimensiones y características de los tiempos cambiantes que vivimos y ante los que creemos que hay que actuar con determinación y responsabilidad.
Como universidad pública y en la medida en que nos debemos a las necesidades de la sociedad vasca, creemos que la nuestra es una atalaya y posición privilegiada para actuar con generosidad ante los retos colectivos, aportando soluciones desde la ciencia y el conocimiento.
Es hora de promover debates. La UPV/EHU necesita empuje para ser pionera frente a todos estos retos. Si en el momento mismo de nuestra creación y en el primer artículo de nuestros estatutos se nos instó a aportar y ofrecer lo que estuviera en nuestras manos para las transformaciones y necesidades del país, ahora también nos corresponde coger el timón y hacer una aportación científica y coadyuvar para que todos rememos en una buena dirección. Para ello, es necesario la profesionalización y dignificación de todas las personas que la conformamos.
Quienes suscribimos esta reflexión pública creemos que la UPV/EHU puede y debe hacer mucho más en una dirección renovada. La nuestra es una universidad muy condicionada por tendencias y presiones externas y menoscabada con el paso del tiempo por la rutina. Hemos de estudiar el incremento de la burocracia en nuestro día a día y promover procesos de desburocratización. La calidad y la ilusión que debe garantizar la docencia y formación de las nuevas generaciones ha perdido importancia en nuestro entorno y hemos de prestigiarla. ¿Y qué decir de la investigación? Nos consideramos parte de la sociedad avanzada del conocimiento, pero, ¿quién va a optar personalmente por la investigación en este país si eso le condena trabajar y vivir con un sueldo de 800 euros? ¿Somos conscientes de la brecha que existe entre la magnitud gigantesca de los retos que tenemos enfrente y los escasos recursos que se dedican a la universidad pública? ¿Cómo es posible que ante esta grave situación se ignore todo ello manteniéndose una actitud tan dependiente y pasiva? La Universidad del País Vasco necesita un cambio.
Según el último sociómetro, la nuestra es la institución moderna más arraigada y valorada por su trascendencia en la ciudadanía. La universidad pública necesita recursos, proyectos y decisiones conforme a ello. Necesita un impulso. Debemos hacerlo mediante una gobernanza participativa a nivel interno; necesitamos dar voz a profesoras, investigadoras y alumnas; impregnarnos de la ola feminista que sacude nuestra sociedad; fomentar el euskara y la cultura vasca; prestigiar la ciencia y la investigación; garantizar el liderazgo científico desde lo público... Hemos de mirar a la sociedad con orgullo, convencerla de que somos su universidad y reafirmarnos en nuestra disposición y capacidad para cumplir los cometidos asignados.
Vivimos tiempos de crisis y cambio, una época en la que nos enfrentamos a múltiples transformaciones. En este contexto también hay dos opciones: abandonarnos a la inercia o actuar con valentía y dar un nuevo impulso a nuestra UPV/EHU. Las personas que firmamos este escrito así lo proponemos.
*Firman. Kiko Caballero Harriet, catedrático emérito de Derecho; Ramón Zallo Elgezabal, catedrático emérito de Comunicación Audiovisual; Miren Onaindia Olalde, catedrática de Ecología; Arantza Urkaregi, fue profesora agregada de Matemáticas y Estadística; Iñaki Lasagabaster Herriarte, catedrático emérito de Derecho Administrativo; Baleren Bakaikoa Azurmendi, catedrático emérito de Economía; Aintzane Camara Izagirre, fue profesora titular de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, y Perro Ibarra Guell, catedrático (jubilado) de Ciencias Políticas.