El bolo alavés, la competición subterránea de La Blanca
Además de la fiesta, uno de los puntos fuertes de La Blanca es el deporte. Son habituales por las mañanas competiciones de herri kirolak o partidos de pelota a mano por la tarde, pero debajo de la Plaza de los Fueros, en la bolera, también hay entretenimiento. Estos días se ha disputado una competición de bolo alavés que tendrá su desenlace hoy.
Mientras el quinto día de fiestas en Gasteiz empezaba en la superficie, debajo de la Plaza de los Fueros, en la bolera subterránea, se disputaba por la mañana la edición 57 de la Exhibición de Bolo Alavés de las Fiestas de la Virgen Blanca.
Organizada por el Club Araba, desde el día 5 de agosto han estado compitiendo en las categorías femenina, en grupos de tres bolistas, y la absoluta, en la que los jugadores y jugadoras han estado divididos en equipos de cinco.
El bolo alavés es de funcionamiento fácil de entender y sencillo, no tanto su técnica. Aunque dependiendo de la zona de Araba en que se juegue varían las reglas, consiste en, tirando una bola de madera desde un travesaño, hacerla rodar por una tabla estrecha para tirar el máximo número de bolos. La tabla mide entre 18 y 21 metros de largo y los bolos se colocan de la siguiente manera: uno al final de la tabla (cantón), otros dos formando una línea diagonal hacia la izquerda (carraca y medio) y otro detrás en el lado derecho (guarda).
En la categoría femenina, ayer fue el turno de los equipos Okina, Las Tres, Anda y Estarrona. Tras las dos bolas, es decir, tiradas, de prueba, empezaron a competir. Aunque todavía para algunas era temprano, una veintena de personas entró a ver la competición a esta bolera tan especial que muchas veces pasa desapercibida en el día a día de Gasteiz.
Fue el equipo Okina el que pasó a la final, que se jugará esta misma mañana, el último día de las fiestas. Como la siguiente competición, la de la categoría absoluta, no empezaba hasta el mediodía, fue el momento de volver a la superficie. La calle había empezado a llenarse de gente y encima de la bolera daban inicio, por un lado, al IV Máster de pelota femenino en el frontón y, a pocos metros, en la propia Plaza de los Fueros, a la exhibición de herri kirolak.
Para la segunda parte, a la par que en las calles, el ambiente creció también dentro de la bolera, con un entrar y salir de personas que se asomaban curiosas. Esta vez era el turno de los equipos Los Huetos, Guibijo, Okina C, Aitiero, Okina A y Caicedo Yuso. Al primero le tocó la responsabilidad de estar en la mesa contando los puntos.
Llegada la hora de almorzar y terminados los juegos del día, quedó demostrado que, independientemente de la edad de los bolistas, lo importante es tener una buena técnica, equilibrio, que con abarcas se complica y, como se gritaba desde las gradas, lanzar «suave». Aunque desde fuera de la pista todo parece muy fácil, es tarea de expertos tumbar los cuatro bolos.