Arnaitz GORRITI
PELOTA

La magia de Jokin Altuna decide la finalísima del Trofeo de la Virgen Blanca

El de Amezketa y Rezusta se impusieron por 22-13 en una final decidida con el 9-2 de iarranque ante unos Artola e Imaz que nunca se rindieron.

Alegría en el rostro de Jokin Altuna y Beñat Rezusta.
Alegría en el rostro de Jokin Altuna y Beñat Rezusta. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Cuando Jokin Altuna está inspirado, limitarse a sentarse y aplaudir es una tentación demasiado grande. Obviar el trabajo de Beñat Rezusta como simple «zaguero de Altuna» sería injusto, porque los zurdazos del pelotari de Bergara pusieron a Imaz contra las cuerdas, o contra la pared de rebote en Ogeta en la final del Torneo Virgen Blanca, pero es que la facilidad y destreza con las que Altuna manejó el partido fue digna de admiración y ovación cerrada. Por algo, aparte de ganar la final con Rezusta, también se llevó el premio al mejor pelotari.

Para cuando Artola e Imaz se quisieron dar cuenta, el resultado era de 5-1. Imaz empezó menos concentrado de lo que en él es habitual, dejándose alguna que otra pelota fácil en la gatera. En la parte delantera del frontón, por su parte, Artola se mostraba inquieto, buscando cargar atrás el juego en busca de alguna oportunidad diáfana, pero al de Alegia le costaba un triunfo acabar cada tanto y Altuna veía claros los huecos. O los creaba, si no, poniendo a bailar a su amigo. En un abrir y cerrar de ojos, la final se puso con un claro 9-2.

La final se decidido ahí, en realidad. Artola e Imaz empezaron a carburar a partir del 9-2 adverso y dejaron en la retina buenos tantos y una dureza de pareja rocosa que les valió para ganarse el favor del público. Pero sus tantos fueron mucho más trabajados y sin esa brillantez de la pareja colorada, que supo cuándo aguantar y cuándo apretar el acelerador para hacerse con el Trofeo Virgen Blanca.

DIGNO FINAL

A base de trabajo, Artola e Imaz se arrimaron hasta un 14-10, pero ni así hubo inquietud por el resultado final. Eso sí, la dignidad de los azules era total, vendiendo su derrota lo más cara posible.

Altuna y Rezusta apretaron el acelerador lo justo para ponerse 18-10 en el último descanso largo. A la desesperada, Artola e Imaz todavía sumaron varios tantos preciosos que pusieron la grada del Ogeta en pie, pero el delantero de Amezketa marcaba la diferencia para el 22-13 definitivo.