14 AGO. 2024 Controlado el incendio que deja una mujer fallecida a las puertas de Atenas Lucha contra las llamas cerca de Penteli. (S. B. | DPA) GARA ATENAS Las autoridades griegas han hallado un cuerpo carbonizado en las instalaciones de una empresa situada en la zona urbana de Vrilisia, en el norte de Atenas, arrasada por las llamas del gran incendio que los bomberos lograron controlar ayer tras tres días luchando contra el fuego, aunque sin poder aún bajar la guardia y mientras se esperaba la llegada de refuerzos desde otros países europeos. La víctima fue una mujer de 60 años, propietaria de la empresa donde fue hallado el cuerpo. La situación respecto a la propagación de las llamas había mejorado considerablemente ayer, ya que ya no se habla de un frente activo, sino de cientos de focos menores y dispersos. Más de 700 bomberos con 200 camiones, seis aviones y un número igual de helicópteros cisterna seguían, sin embargo, trabajando en la zona para evitar que las fuertes ráfagas de viento reavivaran las llamas. El fuego se declaró el domingo en Varnava, a unos 40 kilómetros al norte de Atenas, y se propagó rápidamente hacia el sur hasta alcanzar el tejido urbano de la capital. Forzó la evacuación de más de 50.000 personas y quemó más de 10.000 hectáreas. Las imágenes difundidas eran desoladoras y mostraban vastas áreas de bosques totalmente calcinados, así como decenas de casas, empresas y coches quemados. Ante las críticas de la oposición, que acusa al Gobierno de no haber estado preparado para proteger la capital de las llamas, el ministro de Protección Civil, Vasilis Kikilias, resaltó que había condiciones meteorológicas muy adversas y que «no se trató de un fuego que se nos fue de las manos». Aunque los incendios a las afueras de Atenas son muy frecuentes durante el verano, ésta es la primera vez que un fuego llega tan cerca del centro de la capital y afecta al tejido urbano de la ciudad. Si bien las temperaturas actuales son más o menos normales para la temporada, dos olas de calor extremo que sufrió el país en junio y julio, con temperaturas que sobrepasaron en algunas regiones los 44 grados centígrados, han secado la vegetación, lo que aumenta el riesgo de incendios.