Defenestrado el primer ministro tailandés por otra intervención militar-judicial

El Tribunal Constitucional destituyó ayer al primer ministro tailandés, Srettha Thavisin, tras menos de un año en el cargo y una semana después de disolver al partido ganador de las elecciones de 2023, lo que sume al país en la incertidumbre tras otra maniobra de las élites conservadoras que contro- lan el poder a través del Ejército y los tribunales.

El breve liderazgo de Thavisin ha estado marcado por la sombra de los militares, enemigos históricos de su partido Pheu Thai, pero quienes accedieron a una alianza tras apartar al partido mayoritario, Avanzar.

Precisamente, su llegada al poder el 22 de agosto de 2023 estuvo marcada por la promesa electoral incumplida de no pactar con los partidos promilitares, Palang Pracharat y United Thai Nation, vinculados al Ejército que encabezó el golpe de Estado de 2014.

El Pheu Thai, ligado al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, regresó así al poder 9 años después de ser defenestrado por los militares, que han dado 13 golpes de Estado desde 1932 en la segunda economía del Sudeste Asiático.

Exmagnate de la construcción y político neófito, Srettha fue declarado culpable de violar un código ético por nombrar en abril como ministro de Finanzas de Pichit Chuenban, condenado en 2008 a seis meses de prisión por un delito de intento de soborno a funcionarios judiciales. La denuncia fue presentada por exsenadores elegidos por la extinta Junta Militar. Con él cae su Gobierno.