Seis décadas después de su muerte, el legado del Secretario General de las Naciones Unidas Dag Hammarskjöld sigue siendo objeto de debate. Dirigido por Per Fly, “Hammarskjöld” es un drama biográfico que explora precisamente la vida de Dag Hammarskjöld, cuya muerte, en 1961, sigue siendo uno de los grandes misterios de la diplomacia internacional. Con una dirección que prioriza la sobriedad y la meticulosidad, Fly entrega un retrato respetuoso y contenido de un hombre atrapado en las complejidades de la política global durante la Guerra Fría.

La película no se centra exclusivamente en el misterio que rodea su muerte en el accidente aéreo, sino que también explora su vida y su trabajo como un hombre de Estado. Este enfoque permite una comprensión más profunda de su carácter, sus convicciones, y los desafíos que enfrentó durante su mandato, particularmente en contextos geopolíticos como la crisis del Congo.

Uno de los mayores aciertos de la película es su recreación de la época y su habilidad para capturar la atmósfera de la Guerra Fría. La dirección artística es excelente, con una atención al detalle que transporta al espectador a los salones del poder de mediados del siglo XX. La fotografía también contribuye a esta inmersión, utilizando una paleta de colores apagados que refleja la seriedad y el peso moral de los dilemas que enfrentó Hammarskjöld. La interpretación de Mikael Persbrandt es otro de los pilares de la película.

Sin embargo, el enfoque riguroso de Fly también es una de las debilidades. Su ritmo lento y el énfasis en los detalles políticos y filosóficos hacen que la narrativa sea densa y, en ocasiones, difícil de seguir para aquellos que no estén profundamente familiarizados con el contexto histórico.