Tanto el guipuzcoano de Euskaltel Xabier Isasa como el catalán de UAE Marc Soler pudieron rememorar ayer los conocidos versos de Federico García Lorca: «¡Ay que la muerte me espera, antes de llegar a Córdoba!» El ciclista de Urretxu se metió una panzada en solitario de más de 100 kilómetros, un «suicidio» premeditado, en la parte más sencilla de la etapa entre Archidona y Córdoba, antes de ser capturado tras el primer paso por meta.

Después de la parte aburrida de la prueba, la séptima etapa de la Vuelta 2024 entró en su zona más interesante, con la ascensión al alto del 14%, con el equipo Red Bull Bora poniendo un ritmo muy tenso en favor de Primoz Roglic.

Una vez coronado el alto, Marc Soler se fugó de la vigilancia del pelotón en el que Wout Van Aert era el favorito, y casi el único hombre de Visma. Casi, porque al belga le quedaba Sepp Kuss.

“Durango Kid” se arremangó pese a su condición de ganador de la Vuelta 2023 y neutralizó a Soler a tres de meta. Pavel Sivakov también anduvo cerca de aguarle la fiesta a Van Aert, quien le debe dedicar esta victoria a Sepp Kuss, y quizá alguna cerveza.