25 AGO. 2024 JOPUNTUA Redes vacías Fede DE LOS RÍOS Lo que llaman redes sociales últimamente aparecen trufadas de individuos más de apariencia lobotomizada que de demiurgos, afirmando ser «creadores de contenidos». Como «crear» es hacer que empiece a existir una cosa que no existía y el «contenido» es asunto o sustancia o fondo de un escrito o discurso, la cosa resulta cuando menos confusa. Al parecer, se crea contenido si cualquier vacuidad, sandez, memez, necedad o simpleza queda reflejado en el etéreo continente de internet, lo mismo anunciando el fin del mundo que una marca de pienso para perros con problemas de obesidad. Cada internauta tiene opinión, como no podía ser de otra manera, y en la cúspide de la negación del pensamiento están los y las influencers que son los marcadores de «tendencia» de los jóvenes, tanto de consumo como de comportamiento social. Una forma fácil de interiorizar los valores que implica el narcisismo de los tiempos. Así hemos pasado de una cultura de las necesidades objetivas a una cultura de los deseos subjetivos. Si antes no era difícil constatar el malestar por tener que vender diariamente tiempo de tu vida a cambio de un salario, ahora convertido en «autónomo» con bicicleta propia que lleva los pedidos de Glovo la cosa se difumina bastante, eres un «emprendedor»: único responsable de tu actual situación y dueño absoluto de tu futuro para ello siempre contarás con la mano invisible del Mercado. Si sigue el malestar o te asalta la ansiedad, mejor que sindicarte toma prozac, verás que tranquilidad. Los deseos han eclipsado las necesidades transformándonos de ciudadanos en consumidores de mercancías. De la participación política al like, de la asamblea vinculante al chat y del ejercicio propio de la naturaleza humana o pensamiento a lo que diga el algoritmo de una inteligencia artificial carente de ironía. Internet y sus criaturas (Facebook, X, Tik Tok, Instagra, etc.) iban a permitirnos la democratización de la comunicación y la información frente a los monopolios. De momento, fábricas de ignorancia, desinformación y control. Se crea contenido si cualquier vacuidad, sandez, memez, necedad o simpleza queda reflejado en el etéreo continente de internet