25 AGO. 2024 REAL Una genialidad de Kubo disimula los problemas ofensivos de los txuri-urdin El gol del nipón en el minuto 80 salvó a la Real de una noche más agria después de hacerse notar sus problemas a la hora de generar peligro ofensivo. Imanol Alguacil modificó su once dando entrada a Zubimendi y Sergio Gómez, dos de los hombres llamado a marcar diferencias esta temporada. Take Kubo, el goleador de la noche, se dispone a disparar a puerta después de regatear a su par. (REAL SOCIEDAD) Ane URKIRI ANSOLA DONOSTIA Take Kubo, con un golazo, disimuló los problemas ofensivos notables de la Real, que está negada a la hora de generar peligro al rival. Una genialidad del nipón le salvó de una noche que se auguraba agria, con el 0-0 en el marcador a falta de diez minutos para el final. Hasta entonces, tan solo un disparo de falta directa de Sergio Gómez -que volvió a gozar de libertad en el verde, esta vez desde el inicio- inquietó al meta local Joan García, que tuvo en general una noche plácida. Imanol Alguacil cambió bastante su once respecto al de la primera jornada, con las titularidades de Gómez y Zubimendi en el centro del campo, acompañando a Turrientes y Brais Méndez, jugadores al que les falta coger un poco de chispa. Precisamente, el centrocampista de Beasain fue otro de los pocos que intentó con un disparo lejano pero no estuvo acertado en el golpeo y el balón se marchó alto. Ese disparo, a la salida de un corner que provocó la falta directa de Sergio Gómez -la acción más peligrosa del equipo txuri-urdin- fue lo más destacado de una primera mitad en la que la Real trataba con mimo la pelota, moviendo de un lado a otro y buscando triangular por dentro pero al que le faltó un último pase entre los defensores periquitos. Ese último pase que el conjunto local buscaba robar para correr por las bandas e intentar sorprender a un equipo que está tratando de sobreponerse de dos bajas significativas en esas transiciones defensivas: Le Normand y Merino. Javi López estuvo muy hábil a la hora de frenar a Jofre Carreras dentro del área cuando ya se disponía a poner un pase peligroso después de un contragolpe de manual: robo en el centro del campo, un toque y golpeo hacia la banda derecha para la carrera de Carreras -valga la redundancia-. IDA Y VUELTA El Espanyol, recién ascendido a Primera, plantó cara a una Real que presentó muchas dudas a pesar de su seguridad en el juego con el balón. Los periquitos, duros en la presión y con las ideas claras una vez con el esférico, dieron un paso adelante en la segunda mitad, convirtiendo el partido en un ida y vuelta que claramente no favorecía al cuadro donostiarra. Sufrió de lo lindo en las transiciones y un error de contundencia estuvo a punto de costarle caro antes de cumplirse la hora del juego. Aritz Elustondo, que enseguida fue a ocupar el espacio bajo balos, despejó el disparo a bocajarro de Jofre Carreras. Véliz, que estuvo muy atento en la presión, robó el balón a Pacheco -el navarro se aquejó de un golpe en la primera mitad pero al final completó el partido- pero se trastabilló ante Remiro y Jofre Carreras, aprovechando el rechace, no acertó con el portero ya batido. Fue una oportunidad de resarcirse para la Real, al que le costó aproximarse al área periquita y Véliz tuvo otra oportunidad para alertar de su potencial. Sin embargo, el potencial que fue diferencial fue el de Take Kubo, que salió al verde en el minuto 67 -en el triple cambio ofensivo que hizo Imanol Alguacil, con la entrada de Sadiq junto al nipón, además de Olasagasti por un apagado Brais- y marcó un gol marca de la casa, regateando al rival dentro del área y con la pierna izquierda batiendo a Joan García por el palo largo. Un gol de un jugador diferencial que por una noche disimiló los problemas ofensivos de una Real que suma su primer triunfo. MATS HUMMELSEl central alemán Mats Hummels, de 35 años, se encuentra muy cerca de firmar con el club txuri-urdin un contrato por una temporada, que podría prolongarse otra campaña más. UMAR SADIQUmar Sadiq, en la rampa de salida de la Real, sustituyó a Oyarzabal en el minuto 67 en un equipo txuri-urdin que estuvo negado en las labores ofensivas hasta que llegó la genialidad de Take Kubo en el 80.