Detenido en París el CEO de Telegram
El multimillonario CEO de Telegram, Pavel Durov, ruso nacionalizado francés y emiratí, fue detenido la noche del sábado en un aeropuerto cerca de París por orden de la oficina contra la violencia hacia los menores. Su última entrevista fue a un periodista de ultraderecha. Se le acusa de favorecer con su red el acoso a menores de edad y también la delincuencia organizada.
Arrestado la noche del sábado al bajar del avión en el aeropuerto de Le Bourget, cerca de París, el multimillonario Pavel Durov es un supuesto libertario, defensor de la confidencialidad en Internet, pero controvertido por su negativa a cualquier moderación en los mensajes de Telegram, la red que él mismo fundó.
Durov, de 39 años, deberá comparecer ante el tribunal después de que la oficina responsable de la lucha contra la violencia contra menores (Ofmin) haya emitido una orden de arresto por delitos que van desde fraude hasta tráfico de drogas, pasando por ciberacoso y crimen organizado, incluida la promoción del terrorismo y el fraude.
Fue en 2006, recién graduado en la Universidad de San Petersburgo (Rusia), ciudad donde nació el 10 de octubre de 1984, cuando Pavel Durov se dio a conocer lanzando la red social VKontakte (VK), que rápidamente se convirtió en la primero en Rusia por delante de Facebook y le valió el apodo de ‘Mark Zuckerberg ruso’.
Pero el éxito de VK provocó fricciones y Durov, tras haber vendido la plataforma -que pasó a manos de personas cercanas al poder-, abandonó Rusia en 2014. Luego se encontró en problemas con el Kremlin por haberse negado a entregar el poder a los servicios de seguridad rusos (FSB) datos personales de los usuarios, en particular de ucranianos.
Desarrolló la mensajería Telegram con su hermano Nikolaï -la red arrancó en 2013- mientras viajaba de país en país. Se instaló en Dubai y obtuvo la ciudadanía de la isla caribeña de Saint-Kitts-y-Nevis y la de Emiratos Árabes Unidos y luego, en agosto de 2021, la nacionalidad francesa gracias a un procedimiento poco común sobre el cual París se mantiene muy discreto.
DE LA CENSURA A LA ACEPTACIÓN
En 2018, un tribunal de Moscú ordenó bloquear Telegram. Fue un fiasco y tres días después, los manifestantes bombardearon irónicamente la sede del FSB con aviones de papel, símbolo de Telegram.
Desde entonces, Rusia ha abandonado sus esfuerzos de censura y el gobierno y la oposición utilizan los mensajes. Algunos canales oficiales en esta plataforma tienen cientos de miles de suscriptores.
«Estamos haciendo un buen trabajo con Telegram, con 900 millones de usuarios que probablemente superarán los mil millones de usuarios activos mensuales en un año», dijo Durov en abril en una rara entrevista con el periodista ultra Tucker Carlson.
Ausente de los medios, Durov no duda en destacarse en su página de Telegram, afirmando llevar una vida solitaria, absteniéndose de carne y alcohol. Siempre vestido de negro, cultiva un parecido con el actor Keanu Reeves en la película Matrix.
En julio presumió de ser padre biológico de más de 100 niños gracias a sus donaciones de esperma en una decena de países. Un «deber cívico», dijo, que lo acerca al movimiento pronatalista al que también se adhiere Elon Musk.
Según Forbes, la fortuna de Durov se estima en 13.380 millones de euros en 2024, pero el toncoin, la criptomoneda que creó, ha caído más de un 15% desde su detención.
Difusión de teorías conspirativas, plataforma de venta de drogas... Telegram lleva años en el punto de mira de las autoridades judiciales europeas. Durov, sin embargo, se asegura de responder a cada solicitud de eliminación de contenidos que inciten a la violencia.
Aun así, los canales se han convertido en puntos de organización de grupos de ultraderecha y ciberdelincuentes, incluidas las redes pedófilas.