Imaginemos
Imaginemos un país occidental que sufre continuamente el ataque de un grupo delictivo que se dedica a robar, extorsionar e incluso asesinar para conseguir sus objetivos. En estos momentos, la policía de ese país tiene localizado a un miembro de ese grupo en un barrio marginal en mitad de una calle repleta de gente. Se ha acercado un equipo para poder capturarlo o eliminarlo ya que es un elemento peligroso del que la sociedad se tiene que defender. En la medida que se van aproximando, la gente del entorno se va dando cuenta y también el ladrón. Este empieza a correr pistola en mano y la policía detrás de él, gritándole para que pare. Pero él continúa y la policía empieza a disparar con sus pistolas, fusiles y armas más potentes que van dejando a personas heridas y muertas a su paso, así como edificios destrozados. Al cabo de una buena carrera lo abaten y termina la cacería.
Al día siguiente, los medios de comunicación del país se congratulan de haber eliminado a uno de los elementos peligrosos que amenazaban la seguridad y la feliz convivencia de sus ciudadanos. Ni mención de los 36 heridos y 21 muertos, que según el Gobierno, convivían y arropaban al delincuente. Lo que ha hecho el Gobierno ha sido defenderse de los posibles ataques de esos grupos violentos.
A la vez que sucedían estos acontecimientos en esa barriada, miembros de otra barriada más opulenta acudían en otro extremo de la ciudad a otra barriada también con gente marginada y comenzaron a insultarles, provocarles e incluso golpearles. Estos apelaban a los policías que había allí demandándoles su ayuda, pero en vez de protegerlos, miraron al otro lado e incluso si alguno intentaba defenderse por su cuenta, ellos mismos le golpeaban, lo detenían o incluso lo mataban.
Es mucho imaginar todo lo que se ha contado, ya que más bien parece macabra ciencia ficción... ¿Alguno se imagina que eso pueda suceder en alguna de estas ciudades occidentales y que no se adopten medidas contra la policía que actúa de esa forma desmedida? O quizá no es imaginación sino más bien una triste realidad, la está sufriendo diariamente durante años el pueblo de Palestina y de forma mucha más drástica. Y además está siendo apoyada y justificada por las otras naciones que en sus propias ciudades no podrían permitirse esas actuaciones. Pero mientras ocurra en casa ajena... y además esa gente marginada no es de su gusto. No importa que desaparezca.
Es de escándalo la desfachatez de esas naciones que son capaces de definir como defensa la matanza de niños, mujeres y de cualquiera que se ponga al alcance de sus armas destructivas. Tampoco nos libramos el resto de ciudadanos que somos incapaces de actuar de forma coordinada y unificada contra todos estos gobernantes sanguinarios.