Irán y la UE respaldan al acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán
Representantes de los Ejecutivos de Armenia y Azerbaiyán confirmaron el jueves que han alcanzado un acuerdo de paz. El documento asume que el territorio en disputa, Nagorno-Karabaj, quedará en manos de los azeríes y este país ha logrado, además, limitar la persecución internacional por los crímenes contra la humanidad cometidos contra los civiles desplazados.
Para leer este artículo
regístrate gratis o suscríbete
¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión
Se te han agotado los clicks
Dos anuncios cruzados, uno emitido por Armenia y otro por Azerbaiyán, confirmaron el jueves que ambos países han cerrado un acuerdo de paz que aspira a poner fin a más de tres décadas de enfrentamiento y pérdida de vidas humanas por el control del territorio de Nagorno-Karabaj, que finalmente se quedará bajo el control de los azeríes, si bien el delineado final de la frontera no está fijado del todo y se trabajará en una comisión conjunta.
El acuerdo está ya listo para la firma, aunque esta no se ha producido aún, a falta de que ambos Ejecutivos concreten el día y el lugar para oficializar el sellado del documento que consta de 17 puntos.
Mientras se ultiman los detalles, la comunidad internacional celebró ayer este inicio del fin de las hostilidades.
La Unión Europea manifestó que «apoya plenamente el proceso de normalización entre Armenia y Azerbaiyán» y declaró que «está dispuesta a proporcionar apoyo adicional y experiencia, en caso de que las partes lo soliciten».
La UE confía en que el documento dé pie a una paz duradera en la región. En particular, quiso agradecer a Armenia (que es quien renuncia al territorio) la actitud que ha tomado para la consecución de este entendimiento.
El Ministerio de Exteriores de Irán (país que comparte frontera con los dos estados implicados) también elogió la versión final del texto para el acuerdo de paz, en lo que describió como un «paso necesario e importante» hacia el fin del conflicto.
Nagorno-Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur reintegrado en Azerbaiyán tras la ofensiva de 2023, que siguió a las guerras de 1998 y de 2020.
Hasta entonces, la zona, de mayoría armenia, había estado más de tres décadas bajo control de fuerzas proarmenias, pese a que la comunidad internacional reconocía la región como de soberanía azerí.
La ofensiva lanzada en 2023 por Azerbaiyán (país con diez millones de habitantes) fue muy violenta. Bakú no solo tumbó la autoproclamada República de Arstaj (proarmenia), sino que forzó el desplazamiento masivo de la población armenia. Se estima que entre 100.000 y 120.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares y buscaron refugio en Armenia, un país que no alcanzaba hasta ese momento los tres millones de habitantes.
El desplazamiento forzoso ha sido calificado por varias instituciones independientes como un crimen contra la humanidad.
Lamentablemente, una de las claves que sustentan el acuerdo entre ambos países pasa por exonerar al Ejército de Azerbaiyán de una investigación internacional que castigue estos crímenes de guerra.