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ECONOMÍA DE GUERRA

La UE propone una tasa a los más ricos para invertir en Defensa

El Observatorio Fiscal de la UE ha propuesto un impuesto mínimo del 2% a los más ricos, que podría recaudar hasta 67.000 millones de euros, para financiar el gasto en Defensa y en la reindustrialización. La Comisión Europea ya ha anunciado 150.000 millones de euros en préstamos a través del plan «Rearmar Europa», así como una relajación de las normas de déficit.

Antonio Costa, Volodimir Zelenski y Ursula von der Leyen.
Antonio Costa, Volodimir Zelenski y Ursula von der Leyen. (Boris ROESSLER | EUROPA PRESS)

El Observatorio Fiscal de la Unión Europea, un laboratorio de investigación independiente con sede en la Escuela de Economía de París, ha presentado un informe que evidencia que los sistemas tributarios contemporáneos no logran gravar eficazmente a las personas con patrimonios ultraaltos, clarifica la coordinación internacional para abordar el problema, analiza los desafíos de implementación y proporciona estimaciones de ingresos. Así, calcula que un impuesto mínimo del 2% para los más ricos podría recaudar 67.000 millones de euros en el club comunitario para financiar el gasto en Defensa y en la reindustrialización.

La propuesta parte del economista francés Gabriel Zucman, catedrático en la universidad estadounidense de Berkeley, autor de un estudio que fue discutido, aunque sin acuerdo, en la pasada cumbre del G20 en Rio de Janeiro.

Las tensiones geopolíticas y la rápida fragmentación de las coaliciones diplomáticas plantean una amenaza a las capacidades de defensa y la estabilidad económica de la Unión, particularmente en el contexto de la guerra en Ucrania, advierte el Observatorio. Recuerda que el grupo de expertos del laboratorio de ideas de Bruegel calculó recientemente que la UE necesita 250.000 millones de euros adicionales al año para cubrir las necesidades de inversión en Defensa, por lo que estima que la recaudación de un impuesto mínimo del 2% a los ultrarricos supondría una cuarta parte de esas necesidades y si fuese del 3%, casi el 50%.

A las necesidades de inversión en la Defensa europea se suman las brechas de inversión existentes para financiar la reindustrialización, los bienes y servicios públicos que son clave para garantizar la competitividad de la UE, abordar el cambio climático y la desigualdad, señala el Observatorio. El informe de Mario Draghi sobre el futuro de la competitividad europea estima que la UE necesita una inversión de 800.000 millones de euros al año para mantener el ritmo de sus competidores.

La Comisión Europea ya ha anunciado un nuevo instrumento que proporciona 150.000 millones de euros en préstamos, además de una relajación de las normas de déficit para el gasto en defensa como parte del plan ‘‘Rearmar Europa’’. Sin embargo, según el Observatorio, ese instrumento todavía deja una brecha de financiación sustancial que requerirá recursos adicionales, ya sea a nivel nacional o europeo. Y advierte que retirarse de los compromisos de inversión existentes para la industria europea, la transición climática y el desarrollo social para financiar las necesidades de defensa correría el riesgo de «debilitar» la posición internacional de Europa.

RECUERDA LA II GUERRA MUNDIAL

Estas inversiones no son solo políticas económicas, sino «herramientas estratégicas que mejoran la resiliencia, el liderazgo tecnológico y la influencia global de la UE», subraya. Por eso, señala que el reto para las instituciones de la UE y los estados miembros será encontrar vías para aumentar rápidamente los ingresos para afrontar las necesidades urgentes sin socavar el desarrollo económico y la competitividad.

Y recuerda que cuando se enfrentan a un conflicto o a una guerra, los gobiernos europeos han financiado aumentos en el gasto de Defensa mediante una combinación de deuda y subidas de impuestos para altos patrimonios. Así, durante la Segunda Guerra Mundial, tanto el Estado francés como Gran Bretaña introdujeron impuestos extraordinarios a los ricos. Mientras París recurrió a impuestos de guerra progresivos, Londres aumentó significativamente las tasas a la renta de los ciudadanos más ricos.

Los impuestos a las personas con un alto patrimonio neto pueden obtener fácilmente el apoyo de los contribuyentes europeos, pues el 67% apoya estos instrumentos, según el Eurobarómetro. Y, añade el Observatorio, fortalecerían el consentimiento fiscal, la confianza en el Gobierno y, en última instancia, el modelo social de los estados de la Unión Europea.



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