Ni Vinicius ni Lamine Yamal, ni Florentino ni Fernando Alonso ni Nadal. Pelotas de cuero pintadas con la ikurriña en la portada del “Marca”, la más vista cada mañana en el Estado español. A este punto ha llevado la ofensiva de la Federación Española contra la Vasca y la Internacional tras la admisión aprobada el pasado 28 de diciembre en la asamblea de Iruñea.

El diario más vendido en el Estado español, por encima de la prensa generalista, se movilizaba este martes para prevenirse del riesgo de que la Federación Internacional acabe expulsando a la Española por su desacato frente a aquella decisión, adoptada por una mayoría clara del 78%. Entrevista en sus páginas al presidente de la Federación Española -y antes de la navarra-, Javier Conde, en vísperas de una reunión este jueves para valorar la cuestión, en que la citada expulsión aparece como una de las posibilidades sobre la mesa, aunque quizás no la más probable.

Es la propia Española la que se ha metido en el lío. Tras la admisión de la Vasca por parte de la Internacional, el 13 de enero el entonces presidente en funciones presentó una impugnación ante el TAS. Julián García Angulo es bien conocido por su intransigencia ante esta larga reivindicación de oficialidad vasca... y también por haber permanecido en el cargo durante 34 años.

Ahora es Javier Conde quien ha heredado lo que el propio “Marca” define como «una patata caliente». En el complejo contexto creado, el nuevo presidente muestra un discurso algo más conciliador e incluso se distancia expresamente de García Angulo: «Cometió errores, como la gestión de la ruptura de 2002. Ese año la Federación Vasca abandona la Española, generándose un escenario de división que empobrece nuestro deporte, y a su vez la pelota profesional se sale también del paraguas federativo, lo que supone la pérdida de los derechos de formación para los clubes que trabajan con los pelotaris desde niños. Eso nos hizo mucho daño. A mí me gustaría que la Vasca se integrara de nuevo dentro de la Española», indica.

Junto a ello, Conde revela que la Federación Española ni siquiera tiene el apoyo del Consejo Superior de Deportes español (CSD), que le ha instado a que «paralice la impugnación en el TAS y acepte una mediación». Intenta por ello quitar hierro al tema: «Si el TAS dice que los acuerdos aprobados por la FIPV el 28 de diciembre se ajustan a la ley, lo aceptaremos y no habrá problema alguno».

NAFARROA TOMA POSICIÓN

Quien sí se ha resituado ante la nueva realidad es la Federación Navarra, que también ha cambiado de dirección en estos últimos meses, puesto que Javier Conde ha pasado a la Española y la nueva presidenta es Andrea Lusarreta, palista que ha llegado al cargo con apenas 28 años, desde una nueva generación. Lusarreta valoró en una comparecencia como «legítima» la postura de la Federación Vasca y añadió que «está amparada en el Derecho, cuenta con un amplio respaldo social y tiene que ser respetada». Esta posición se distancia del intento de UPN -que marca el paso a la Española en los días posteriores al 28 de diciembre- de enfrentar a las organizaciones navarras con el resto de herrialdes y alinearlas con la estatal.

Nafarroa está disputando con normalidad el torneo GRABNI, el más potente a nivel amateur, con sus 50 equipos. Esta opción la intentó poner en duda “Diario de Navarra” insinuando que la Vasca iba a vetar la participación tanto de Nafarroa como de La Rioja. La riojana sí que ha quedado fuera debido al conflicto.

“Marca”, por cierto, tampoco oculta su intencionalidad política en este asunto. Bajo el titular de portada incluye este «editorial», peculiar por su longitud para tratarse de un subtítulo de primera página: «La Federación Internacional, tras aceptar a Euskadi como miembro de pleno derecho, amenaza ahora con expulsar a la Federación Española mientras el Gobierno y el CSD miran bochornosamente hacia otro lado. El pacto entre el PSOE y el PNV, plasmado en la nueva Ley del Deporte, ha abierto una peligrosísima vía para que selecciones autonómicas compitan contra la selección nacional».