Las detenciones masivas no frenan las protestas contra Erdogan
La oposición volvió a llevar a cabo protestas masivas contra la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, y contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, a pesar de la represión y de la detención de cientos de personas el viernes. Imamoglu, principal rival electoral de Erdogan, volvió a ser interrogado y denunció «un golpe de Estado».

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La Policía turca interrogó ayer de nuevo al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, que fue detenido el miércoles junto a 90 colaboradores, en otra maniobra del presidente, Recep Tayyip Erdogan, para despejar su carrera electoral deshaciéndose de su principal rival.
Imamoglu fue llevado ante un tribunal entre un gran despliegue de cientos de policías y vehículos antidisturbios, a pesar de lo cual numerosos ciudadanos se acercaron a exigir la liberación del alcalde de la ciudad.
Frente a las barricadas policiales los policías forcejearon con los numerosos abogados que forman el equipo de defensa, ya que las autoridades limitaron el número de togados e impidieron la entrada al juzgado a los demás.
A la vez, decenas de miles de personas se congregaron de nuevo ante la Alcaldía y las fuerzas policiales cargaron con gas pimienta de alta potencia para dispersar a un grupo que intentó marchar hacia la plaza de Taksim, vetada a las protestas desde hace años.
La Gobernación de Estambul extendió la prohibición de reuniones, manifestaciones y protestas en toda la ciudad, inicialmente vigente hasta hoy, hasta la medianoche del miércoles, y restringirá las salidas y entradas de vehículos.
Pese a estas medidas, numerosas personas continuaban saliendo a las plazas y las calles de todo el país para protestar contra la detención de Imamoglu y pedir el fin del Gobierno de Erdogan.
El viernes ya se llevaron a cabo protestas masivas en 55 de las 81 provincias de Turquía, en las que la Policía detuvo al menos a 343 personas. En Izmir y Ankara se produjeron cargas policiales con gases lacrimógenos y cañones de agua.
Entre el viernes y ayer, Imamoglu ha pasado por diez horas de interrogatorios en los que negó todos los cargos e insistió en que es víctima de acoso judicial y de una intervención política.
Su abogado, Mehmet Pehlivan, denunció el uso abusivo de «testigos secretos» y que se filtraran a la prensa «informes de testimonios no firmados», considerando que se han violado los derechos de la defensa y el derecho a un juicio justo.
En un mensaje publicado en X por sus abogados, Imamoglu agradeció a sus conciudadanos su movilización. «Con vuestro apoyo primero vamos a frustrar este golpe de Estado y después vamos a echar a quienes nos han hecho pasar por esto», afirmó.
Se le imputan siete cargos por corrupción y posible filiación con el PKK, pese a la enorme distancia ideológica, por «colaboración electoral» entre su partido y el prokurdo Democracia de los Pueblos (DEM), en las elecciones locales del año pasado. Además, el martes la Universidad de Estambul revocó su diploma de licenciatura, lo que le excluiría de las elecciones.
Su partido, el kemalista CHP, preveía designar hoy a Imamoglu como candidato para las presidenciales de 2028. Pese a la detención, el partido decidió seguir adelante con las primarias y llamó a todos los turcos a participar.