Sánchez anuncia un impulso a la industria militar frente a «amenazas híbridas»
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció en el Congreso que pondrá en marcha antes del verano un plan estatal para el desarrollo y el impulso de la tecnología y la industria militar y de la seguridad. Y lo hizo escudándose en «amenazas híbridas».

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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció «para antes del verano» un plan para impulsar la industria militar y de seguridad, escudándose en «amenazas híbridas». Lo hizo en una comparecencia centrada en los planes europeos y en el compromiso español de invertir el 2% del PIB en Defensa, para el que no avanzó plazos.
El objetivo, añadió, es crear «un nuevo salto tecnológico industrial en España». Y «lo vamos a hacer mirando al este, como no puede ser de otra manera, porque su seguridad también es la nuestra. Pero también lo vamos a hacer mirando al sur», indicó.
«No podemos vivir -dijo- bajo la amenaza de que cualquier día un submarinoi tripulado interrumpa el tráfico marítimo del Estrecho o corte los cables de fibra que nos conectan con el resto del mundo, o que un grupo de hackers extranjeros hagan colapsar nuestros aeropuertos en plena campaña de verano o que logren aupar al poder a un títere de Putin, como ya han hecho en países de nuestro entorno».
Sánchez defendió que la UE se dote de una verdadera política de seguridad y defensa. «Unas fuerzas armadas comunitarias, integradas por 27 países y guiadas por la misma bandera y por los mismos intereses», dijo. A su juicio, «solo así nos convertiremos en una verdadera unión y garantizaremos una paz duradera en nuestra región». Recordó que ya los padres fundadores de la UE plantearon la idea de una «comunidad europea de la defensa», que quedó aparcada con el tiempo, primero por la Guerra Fría y luego, cuando esta terminó, porque muchos europeos creyeron que en la «nueva era» que se abría «no haría falta tanques para apaciguar a Moscú, solo McDonald's».
La carencia de una política de defensa común no era una prioridad, «pero las circunstancias han cambiado». «Debemos superar el bloqueo de la melancolía y adaptarnos a esta nueva situación, por muy descorazona- dora que sea», afirmó.
REARME SÍ, REARME NO
Sumar, socio del PSOE en el Gobierno, rechazó aumentar el gasto militar ya que «España no debe aceptar que más gasto equivale a más seguridad», y tildó a la OTAN de «zombi».
El PP abogó por un «pacto de Estado de defensa», pero negó que ese sea el propuesto por Sánchez. «El PP no es el escollo para un pacto de Estado de defensa en España. El escollo es su Gobierno. El escollo es usted, que no tiene una propuesta seria y no tiene presupuesto, no tiene mayoría», señaló Alberto Núñez Feijóo.
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, advirtió a Sánchez de que «el rearme no es una opción», por lo que no apoyarán un aumento del gasto militar. «Es urgente alejarse y rechazar la carrera armamentística y apostar por abrir el debate público, sereno, profundo y responsable sobre el proyecto europeo, no solo entre las élites europeas y mundiales», sustuvo.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, en su último día en la Cámara, pidió a Sánchez más concreción sobre el aumento del gasto en Defensa, y mayor voluntad para «sacar adelante las cosas». «Ya no podemos seguir en esa inconcreción», dijo.
Gabriel Rufían, de ERC, reclamó que no se gaste «más, sino mejor» en Defensa y que la adquisición de material militar no se haga a la industria de EEUU, sino a la europea.
Junts coincidió con Sánchez en la necesidad de «rearmarse» para hacer frente a los cambios geopolíticos, pero exigió también un «rearme» en materia de democracia para poder defender «los derechos de todos y todos somos también los ciudadanos de Catalunya».
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