28 MAR. 2025 China pasa de la drástica política del hijo único a incentivar los nacimientos China se encuentra ante una encrucijada demográfica sin precedentes: el país que una vez temió la sobrepoblación como su mayor amenaza económica ha cambiado radicalmente de rumbo. Después de casi 40 años implementando una de las políticas de control poblacional más estrictas de la historia moderna, el gigante asiático ahora enfrenta el desafío opuesto: estimular la natalidad en una sociedad acostumbrada a las familias pequeñas. Dos niños juegan en una guardería comunitaria en la ciudad china de Ordos,. (WANG Zheng | AFP) Josep SOLANO El cambio de paradigma en China ocurre en un momento crucial para Asia, un continente que, a pesar de sus dispares tendencias demográficas regionales, se proyecta que aumentará su población global en un 10% durante las próximas tres décadas hasta llegar a los 5.300 millones de personas, frente a los 4.800 millones de 2024. A pesar de ello, no solo la tendencia varía diametralmente de una región a otra -se prevé un descenso de en torno al 11% en Asia Oriental y un incremento del 40% en Asia Occidental durante el mismo período-, sino que la tasa de fecundidad total no llega al nivel de remplazo de 2,1. El gigante asiático vive en la actualidad las consecuencias de una de las políticas de control demográfico más drásticas de la historia. En 1979, el Gobierno chino impuso la política del hijo único, una medida que prohibía a las familias urbanas tener más de un descendiente bajo la amenaza de imposición de multas, pérdida de beneficios sociales e, incluso, esterilizaciones forzadas. La medida, que el Partido Comunista de China presentó como un éxito de su modelo de planificación centralizada, evitó el nacimiento de unos 400 millones de chinos, según las estimaciones oficiales. PRIMERA CAÍDA EN SEIS DÉCADAS Cuatro décadas después, el país afronta una crisis demográfica sin precedentes. En 2022, la población china registró su primera caída en seis décadas. A pesar de que la cifra de nacimientos aumentó ostensiblemente en unos 520.000 niños en 2024 respecto al año anterior, llegando a más de 9.540.000 nacimientos, la Oficina Estadística Nacional registró un número de defunciones de cerca de once millones de ciudadanos, lo que refleja un saldo natural negativo que pone en riesgo el equilibrio demográfico a largo plazo. La Oficina Estadística informó, asimismo, de que la población en el gigante asiático era de 1.408,28 millones de personas a 31 de diciembre del año pasado. NOVENO AÑO DE DESCENSO DE LA NATALIDAD EN TAIWÁN Por su parte, Taiwan tampoco escapa a la crisis demográfica. Según datos del Ministerio del Interior publicados recientemente, en 2024 nacieron 134.856 bebés, 715 menos que en 2023, lo que también marca el noveno año consecutivo de descenso en la natalidad. Esa cifra representa el número más bajo de recién nacidos registrado en la historia de la isla. Además, el número de matrimonios también ha disminuido, con 123.061 parejas casadas durante 2024, 2.131 menos que en 2023. Esta caída en los matrimonios, sumada a la baja natalidad y al envejecimiento de la población, plantea un serio reto de cara al futuro económico y social del pequeño territorio insular. Situación demográfica crítica en Japón Japón también se enfrenta a una crisis demográfica sin precedentes, aunque no como consecuencia de una política determinada, ya que 2024 ha marcado un hito histórico alarmante: por primera vez desde que comenzaron los registros, en 1899, el país registra un nuevo récord a la baja de nacimientos por año. Los datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar muestran una caída en los alumbramientos del 5%, situando el número total en 720.998, que sería inferior a los 700.000 si no se contabilizaran los hijos de emigrantes. La caída de la natalidad sigue un patrón acelerado que parece imparable: en 2019, Japón bajó de la barrera de los 900.000 nacimientos anuales y solo tres años después, en 2022, la cifra caía por debajo de los 800.000. En 2023 se cerró con 727.277 nacimientos, un mínimo histórico que ahora ha vuelto a caer por noveno año consecutivo. Las causas del descenso son múltiples, pero están interconectadas: el aumento del coste de la vida genera inseguridad económica entre las parejas jóvenes y la tendencia creciente a permanecer soltero refleja cambios profundos en los valores sociales tradicionales, sumados a que la pandemia agravó la situación al reducir drásticamente el número de matrimonios. Aunque el Gobierno implementa medidas para revertir esta tendencia -subsidios a la vivienda, más ayudas al cuidado infantil o una semana laboral de cuatro días para los funcionarios- los expertos advierten de que son insuficientes. Medios locales aseguran que la población podría caer un 30% en los próximos años y bajar hasta los 87 millones de habitantes en 2070, casi 40 millones de personas menos. Según el profesor del Centro de Investigación sobre Economía y Sociedad en Edad Avanzada de la Universidad de Tohoku, Hiroshi Yoshida, el país podría quedarse con solo un niño menor de 14 años para el 5 de enero de 2720, si la tendencia actual continúa.J.S. Hilo de esperanza en Corea del Sur Corea del Sur experimentó el año pasado un ligero aumento en su tasa de fertilidad, situándose en 0,75 hijos por mujer, frente al mínimo histórico de 0,72 registrado en 2023. Aunque este incremento del 0,03 puntos marca la primera subida en nueve años, la cifra sigue siendo una de las más bajas del mundo, según la Oficina Estadística de Corea del Sur. El repunte se atribuye, en parte, a que muchas personas pospusieron matrimonios y maternidad durante la pandemia y decidieron formar familias después. Además, una encuesta gubernamental mostró mejoras en la percepción que los jóvenes tienen sobre la crianza de los hijos. En 2024, el número de matrimonios en el país se disparó a un ritmo sin precedentes, acelerando aún más la tendencia al alza iniciada en 2023, cuando aumentaron por primera vez en 12 años gracias al impulso poscovid. Según el sondeo gubernamental del año pasado, el 52,5% de los surcoreanos tenía una visión positiva del matrimonio, el porcentaje más alto desde 2014. Así, el año pasado nacieron alrededor de 238.000 niños, un 3,6% más que en 2023. Sin embargo, el desafío demográfico sigue siendo crítico en el país, cuya población de 51 millones podría reducirse a la mitad para finales de siglo si no se revierte la tendencia. El Gobierno surcoreano ha implementado medidas para abordar lo que ha denominado una «emergencia demográfica nacional». En 2024, se destinaron 19,7 billones de wones (unos 13.100 millones de euros) a tres áreas clave: la conciliación laboral-familiar, el cuidado infantil y la vivienda. Estas políticas incluyen ampliaciones en los permisos de paternidad y de maternidad, así como incentivos fiscales para empresas que fomenten la natalidad entre sus empleados. Los trabajadores ahora pueden recibir el 100% de su salario durante seis meses si ambos progenitores toman licencia parental, frente a los tres meses establecidos con anterioridad. Además, el permiso de paternidad se extendió a un máximo de 20 días, frente a los 10 días anteriores. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) también reciben apoyo gubernamental para cubrir los salarios durante esos permisos. A pesar de estos avances, los expertos advierten de que se necesitan más esfuerzos para consolidar el cambio. Corea del Sur no ha experimentado algo similar a un desde el período 1991-1996. Ante esta situación crítica, las autoridades surcoreanas han establecido un objetivo que refleja la gravedad de su crisis demográfica: alcanzar una tasa de fertilidad de 1,0 para 2030. Esta meta, aunque representa un intento desesperado por frenar el colapso poblacional, sigue siendo menos de la mitad del 2,1 necesario para garantizar el reemplazo generacional, evidenciando el pesimismo que impregnan las proyecciones demográficas en el país.J.S. 400 MILLONESLa política del hijo único, que el PCCh presentó como un éxito de su modelo de planificación centralizada, evitó el nacimiento de unos 400 millones de chinos, según las estimaciones oficiales. SALDO NEGATIVOPese a que el número de nacimientos en 2024 fue de 9.540.000 nacimientos, la Oficina Estadística Nacional registró cerca de once millones de defunciones, lo que refleja un saldo natural negativo que pone en riesgo el equilibrio demográfico a largo plazo. TAIWÁNEn 2024, en Taiwán nacieron 134.856 bebés, 715 menos que en 2023, la cifra de recién nacidos más baja en la historia de la isla. La caída en los matrimonios, la baja natalidad y el envejecimiento de la población plantean un serio reto de cara al futuro económico y social de la isla.