Asier ROBLES
BASAURI
CRISIS EN LA INDUSTRIA VASCA

Paro total y gran movilización en el primer día de huelga en Bridgestone

Los trabajadores de la planta de Bridgestone de Basauri pararon ayer la producción de la fábrica al hacer un seguimiento «total» del primer día de huelga en protesta por el ERE de extinción de contratos que afectaría a 335 de los 831 operarios. Se concentraron desde primera hora de la mañana en los accesos de la factoría, y por la tarde se manifestaron varios miles de personas.

La manifestación a su paso por el barrio basauriarra de Urbi.
La manifestación a su paso por el barrio basauriarra de Urbi. (Mikel MARTÍNEZ DE TRESPUENTES | FOKU)

La planta de Bridgestone de Basauri vivió ayer su primer día de huelga contra los 335 despidos (el 40% del total de empleados) planteados por la dirección de la multinacional tras una sucesión de expedientes de regulación en los últimos tiempos.

Desde las cinco de la mañana, cuando da comienzo el primer turno de trabajo, los huelguistas se concentraron en las diferentes entradas a la factoría, especialmente en la del puente que cruza el Ibaizabal y da acceso desde la N-634.

Las primeras horas transcurrieron bajo la presencia de los antidisturbios de la Ertzaintza y, aunque se vivió algún momento de tensión, no se registraron incidentes.

El miembro del comité de empresa por CCOO Fernando Caballero explicó a GARA en la entrada de la planta que el seguimiento de la huelga estaba siendo un éxito y que no había accedido nadie al interior, «salvo una quincena de personas de la dirección y de recursos humanos escoltados por la Policía». En consecuencia, resumió, se había parado «totalmente» la producción.

Lo mismo ocurrió en la planta de Bridgestone de Puente San Miguel, en Cantabria, donde la multinacional también pretende despedir a 211 de sus 420 empleados. Los comités de ambas factorías estudian llevar a cabo acciones conjuntas, a las que la de Usansolo también podría unirse en solidaridad.

«UN MAZAZO»

Pese a ser conscientes de la turbulencias que viven últimamente los mercados internacionales y de los ERTE que se han ido sucediendo en la propia empresa, los trabajadores han acogido con gran sorpresa el despido colectivo planteado ahora por la dirección, sobre todo por su magnitud. «Ha sido un mazazo», señaló Caballero a este diario, catalogando el recorte planteado de «injustificable» teniendo en cuenta que la empresa tiene beneficios.

El comité alertó también de que, debido al gran número de despidos, «se está poniendo en riesgo, a medio plazo, la viabilidad de toda la planta».

En una entrevista con NAIZ Irratia, el representante de ELA, Iker Gabilondo, explicó que el principal argumento de la empresa «es la falta de competitividad». Indicó al respecto que a su juicio se pretende trasladar parte de la producción de las plantas vascas y cántabras a Polonia, «porque dice que los trabajadores son más baratos que aquí».

«La dirección argumenta que una situación que era coyuntural se ha convertido en estructural. Dicen que el mercado de Bridgestone es cada vez más reducido, que en los próximos años seguirá siendo así y que, por ello, tienen que tomar medidas estructurales. Nosotros entendemos el impacto que tiene para la empresa el alza de neumáticos más baratos que provienen de Asia y que tal vez haya necesidad de realizar adaptaciones, pero es inaceptable que se tome una decisión así sin medir el impacto que tendría en la sociedad que ha hecho posible la actividad de esta planta», explicó Gabilondo.

Asimismo, denunció la falta de información que han recibido, hasta ahora, por parte de la dirección: «Sabemos que de 831 trabajadores quieren despedir a 335, pero todavía no nos han dicho cómo lo quieren hacer y quiénes van a ser los trabajadores despedidos».

FUERTE RESPALDO SOCIAL

Las movilizaciones se sucedieron durante todo el día. A las 14.00 horas, coincidiendo con la entrada del segundo turno, los huelguistas volvieron a concentrarse en los accesos a la planta. Y a las 18.00 partió de la fábrica una multitudinaria marcha que, tras una pancarta con el lema “Bridgestone, despidorik ez, ¡Plan industrial ya!”, acabó en la plaza Arizgoiti, frente al Ayuntamiento.

Allí se dio lectura a un comunicado en el que los trabajadores se mostraron convencidos de que la fábrica, «cono- cida como Firestone de toda la vida», atraviesa el peor momento de su casi un siglo de historia «al comenzar un proceso de deslocalización» y «llevarse la mayor parte de la producción a la otra planta, en Polonia». Según insistieron, la noticia de los despidos «ha caído como un mazazo sobre los trabajadores y sus familias», que «no deben ser más que unos simples números con los que esta dirección egoísta proyecta incrementar miserablemente sus beneficios».

Con esta protesta, secundada por miles de vecinos y vecinas de Basauri, quisieron evidenciar asimismo el impacto que estos despidos, y la consiguiente disminución de la producción, tendrán en toda la comarca al verse afectada también la industria auxiliar.

COMISIÓN Y PERIODO DE CONSULTAS

Los sindicatos y la dirección constituyeron el lunes la comisión encargada de negociar las condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE). La creación de esta comisión da inicio al periodo de consultas preceptivo antes de que la autoridad laboral autorice la extinción de los contratos, consultas que se llevarán a cabo los días 11, 14, 24 y 30 de abril, y 5 y 6 de mayo.

Por su parte, el Departamento de Industria, Transi- ción Energética y Sostenibilidad de Lakua tiene previsto mantener un encuentro a lo largo de esta semana con Bridgestone Europa. También el Ayuntamiento de Basauri está en contacto con la empresa para «conocer de primera mano sus planes y evaluar si existen posibilidades de reducir el alcance de su decisión», así como con otras instituciones para «unir esfuerzos».

Las secciones sindicales (CCOO, UGT, SITB, ELA y BUB) tienen, por ahora, convocadas otras dos jornadas de huelga en la planta de Basauri para pasado mañana, viernes, y el próximo martes, y otros dos los días 10 y 15 en la de Puente San Miguel. ELA quiere ir más allá en la movilización y defiende que, «para hacer frente a las intenciones de la multinacional», es necesario convocar una huelga indefinida.