GARA
BILBO

Animan a la objeción fiscal para «decir no a la guerra»

Ante el inicio de la campaña de la renta, los 23 colectivos que integran la Plataforma de Objeción Fiscal al Gasto Militar de Euskal Herria animan a «decir no a la guerra desde nuestros propios bolsillos» a través de la objeción fiscal.

Movilización de ayer en Bilbo.
Movilización de ayer en Bilbo. (Oskar MATXIN | FOKU)

Con el objetivo de «decir no a la guerra desde nuestros propios bolsillos» desviando la parte de «los impuestos destinada al gasto militar hacia proyectos que promuevan la paz, la justicia y la transformación social», más de veinte colectivos animaron ayer a hacer objeción fiscal.

En una comparecencia ante el palacio de la Diputación Foral de Bizkaia, la Plataforma de Objeción Fiscal al Gasto Militar de Euskal Herria recordó que «el Estado español destina 36.000 millones de euros a gasto militar en 2025, cifra que podría ascender a 60.000 millones con partidas encubiertas, más otros 95.000 millones de inversión para la nueva carrera armamentística».

Se trata de un gasto que, denunciaron, «duplica la inversión en el Ingreso Mínimo Vital, provoca recortes en sanidad, educación y servicios sociales, aumentando la desigualdad social». Además, «este despilfarro en armamento alimenta la espiral de violencia global y demuestra el alineamiento del Gobierno con los intereses de la industria militar».

La plataforma también subrayó que los Gobiernos de Nafarroa y la CAV, «a través de sus aportaciones a los presupuestos estatales y la presencia de industrias de defensa en sus territorios, contribuyen a la financiación del gasto militar». Por ello, «la objeción fiscal adquiere una relevancia particular en nuestro territorio», manifestó.

CONSTRUIR «UN FUTURO ALTERNATIVO»

Ante la creciente militarización global «la objeción fiscal emerge como una herramienta poderosa para construir un futuro alternativo. Desviamos nuestros impuestos que financian la guerra hacía movimientos sociales», indicó la plataforma.

¿Y cómo funciona? Según explicó, «las desobedientes destinan una parte de sus impuestos, correspondientes al gasto militar, a organizaciones que trabajan por la paz y la justicia en Euskal Herria».

Destacó que la objeción fiscal «no es solo un acto individual, sino una acción colectiva que fortalece a los movimientos sociales de Euskal Herria».

«Al hacer objeción fiscal enviamos un mensaje claro a los Gobiernos y a la industria armamentística: ¡No queremos ser cómplices de la guerra!», aseguró la plataforma.