El padrón no debe usarse para vetar derechos
Colectivos de Gasteiz agrupados en la campaña ‘‘Erroldarik gabe, izaterik ez’’ denunciaron ayer las trabas que el Ayuntamiento dirigido por PSE y PNV impone al derecho al empadronamiento. Obstáculos que impiden a vecinos y vecinas de la ciudad acceder a servicios básicos en materia de educación y sanidad, entre otros. Por todo ello, convocaron una manifestación para el 5 de junio.
El padrón es un registro administrativo que busca recoger la realidad residencial de las personas que viven en un municipio, con independencia de su situación legal. La norma y el procedimiento, desgranados en una resolución ministerial de 2020, son diáfanos: «La inscripción padronal es completamente independiente de las controversias jurídico-privadas sobre la titularidad de la vivienda, lo es también de las circunstancias físicas, higiénico-sanitarias o de otra índole que afecten al domicilio». El padrón debe ser el reflejo real de los habitantes de un municipio.
Sin embargo, las trabas sin sustento legal a la inscripción en el padrón suelen ser recurrentes, no solo en Gasteiz. La razón es fácil de intuir. El empadronamiento es la puerta de acceso a derechos en materia de educación, sanidad y otros recursos sociales que en nuestra sociedad se consideran universales. Las consecuencias de dejar fuera del padrón a migrantes en situación administrativa irregular son graves para los afectados, evidentemente, pero también para la naturaleza misma de esos servicios: si una parte de la población ve vetado el acceso a ellos, dejan sencillamente de ser universales. El padrón tiene una dimensión igualitaria e igualadora, pero las restricciones lo pueden convertir en un factor de desigualdad. Esto se agrava con la consiguiente aparición de un mercado negro al que se ven abocados migrantes en situación de vulnerabilidad, que acaban pagando por la obtención de un derecho de libre acceso para el resto. Además de mezquino, utilizar una puerta trasera como el padrón para cercenar derechos a migrantes es peligroso, pues abre una brecha en la universalidad de la sanidad, la educación y otros ámbitos, pilares que hay que apuntalar en estos tiempos extraños.

Telleria, un pueblo burgalés que quiere ser vasco... o suizo

PNV y PSE aprueban una ley que apela a su artículo 145 y tiene solo 7

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea
