El grupo Eroski mantuvo en 2024 la senda de crecimiento sostenido de los dos ejercicios precedentes con un resultado antes de impuestos de 127,2 millones de euros, un 23% superior al año anterior. No obstante, el pago de 45,5 millones en concepto de Impuesto de Sociedades, redujo el beneficio neto a 81,7 millones, en torno a 27 millones menos que en 2023.

Hay satisfacción en la cooperativa de distribución vasca, que mira con optimismo a 2025 aunque, tal y como destacó Rosa Carabel, CEO del grupo, se vive un momento de incertidumbre a esfera mundial que tiene su traslación al consumidor, al que trata de fidelizar con su oferta en sus 1.505 tiendas, de ellas 1.328 supermercados. Las cuentas a cierre del ejercicio 2024 muestran un reforzamiento de su posición financiera y cooperativa.

Sus ventas brutas aumentaron un 2,7% en un entorno con menor efecto inflacionario, hasta alcanzar los 5.885 millones de euros, impulsados especialmente por el crecimiento del 3,3% en el ámbito alimentario. Un año antes se quedaron en los 5.730 y los responsables del grupo de distribución líder en Hego Euskal Herria y Galicia, además de bien posicionado en Baleares, aspiran a superar este ejercicio los 6.104 millones de facturación.

SEGUIR CRECIENDO

Carabel afirmó en la presentación de resultados que hay margen de mejora -lo sitúan en un 3,4%-, fijando su mirada en crecer en Cantabria, La Rioja, Aragón y Catalunya. Desde Galicia a Baleares Eroski cuenta con una cuota de mercado del 12,7%. «Tenemos mucho recorrido», remarcó.

Para este año trabajan en la apertura de 60 nuevas tiendas, de ellas 53 establecimientos franquiciados, y modernizar otras 36, donde el producto fresco y local marque la diferencia respecto a sus competidores. En Hego Euskal Herria, por ejemplo, de los 591 proveedores, 410 son de cercanía, según los datos que expusieron ayer.

El beneficio operativo del grupo se mantuvo estable en 259 millones de euros, a pesar del incremento de los costes salariales y operativos, y su resultado bruto de explotación (Ebitda) creció hasta los 331 millones, un 0,30% más que el año anterior.

Para sus responsables, esas cifras demuestran la «solidez» de su actividad ordinaria y reflejan «la eficiencia de su capacidad y la capacidad del grupo para mantener su rendimiento operativo».

El grupo Eroski amortizó 59 millones de euros de deuda, según precisó, 15 millones más de lo comprometido, lo que sitúa el importe pendiente de amortizar en 948 millones de euros a cierre del ejercicio, incluyendo las Obligaciones Subordinadas. Esta reducción contribuye a «reforzar» su estructura financiera y a «optimizar» el coste de financiación futura.

«La gestión consistente de la deuda ha permitido, además, una disminución efectiva de los gastos financieros del grupo, que en 2024 tampoco se vieron afectados por gastos de reordenación como en el ejercicio precedente», señalaron desde el grupo.

Carabel apuntó a que en la «situación cómoda» en que se hallan, aspiran a poder «reorganizar» la deuda, aunque no tienen «urgencia».