Nadie dijo que jugar en tu templo, en Artaleku, te iba a regalar la Copa. Bidasoa Irun se tuvo que desgastar completamente para deshacerse de un meritorio rival como el Torrelavega, quien comenzó 0-4 ganando, pero el repertorio de los irundarras volteó el marcador hasta que los cántabros forzaron la prórroga. En el añadido el Bidasoa fue mejor.

La verdad es que muchas veces las cosas no son cómo empiezan, sino cómo terminan. La primera parte de los bidasotarras fue mal desde el principio. Y es que Jacobo Cuétara conoce a la perfección este equipo, casi idéntico al que dejó la temporada pasada, y se lo puso muy complicado.

Entre que el guardameta del Torrelavega Leo Tercariol estuvo muy acertado, parando incluso un penalti a Iñaki Cavero y un mano a mano a Asier Nieto con todo a su favor, y que la defensa se empleó a fondo para que los irundarras no lograsen hacer jugadas y lanzamientos cómodos, los cántabros se pusieron 0-4 en un visto y no visto.

Este marcador obligó a Álex Mozas a pedir tiempo muerto. Un Boskos muy activo en los lanzamientos respondió a la perfección, los hermanos Salinas hicieron de la suyas y un Julen Mujika muy enchufado en ataque y defensa ayudó a que el Bidasoa se mantuviese como mucho a tres goles por detrás en el luminoso.

Los colegiados tampoco ayudaron mucho -parece mentira que el Bidasoa jugase en ‘casa’ esta Copa- y cualquier contacto pitaban falta e incluso exclusión. Hasta Esteban Salinas se quejó de no haber dejado seguir la jugada cuando lo tenía todo a su favor para intentar marcar.

Sea como fuere, Maciel también comenzó su recital de paradas y lo mejor para el Bidasoa en la primera parte fue irse solo un gol por debajo en el marcador al descanso (9-10).

ESPECTÁCULO Y SUDOR

Pero aún faltaba lo mejor. El guardameta local fue de menos a más y, secundado por un gran Gorka Nieto -anotó los cinco penaltis que lanzó-, por fin lograron ponerse por delante en el minuto 35. E incluso la ventaja se fue hasta los 4 goles (17-13).

Todo iba rodado mientras en las gradas se escuchaba el himno de San Marcial, como adelanto del día grande de Irun el 30 de junio. Los festejos parecían grandes hasta que del 24-21 se pasó al empate en el último segundo de Prokop -el del Torrelavega hizo varios gestos a lo largo del partido que no gustaron ni a su entrenador- que forzó la prórroga.

En los primeros cinco minutos Maciel estuvo grandioso, pero con el 26-26 el duelo se fue a la segunda prórroga donde, ahí sí, el Bidasoa estuvo más acertado y entero.

BARÇA-HUESCA, SEMIFINAL

Barça y Huesca se verán las caras en la otra semifinal de esta tarde en Artaleku (17.00). Los catalanes, favoritos a llevarse la Copa de Irun, no tuvieron demasiados problemas para vencer al Valladolid (37-23); y el Huesca se impuso con justicia al Logroño La Rioja (28-25).