Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

Alzórriz deja de ser el número dos de Chivite tras perder su confianza

El exvicesecretario general del PSN, Ramón Alzórriz, en la comparecencia para anunciar que deja sus cargos.
El exvicesecretario general del PSN, Ramón Alzórriz, en la comparecencia para anunciar que deja sus cargos. (Edu SANZ | EUROPA PRESS)

Ramón Alzórriz presentó su dimisión ayer como vicesecretario general del PSN y deja la portavocía del Grupo Parlamentario Socialista. Se queda, sin embargo, con su escaño y su carné. El número dos del partido ha dejado el cargo a petición expresa -eso aseguró- de la lehendakari María Chivite, a quien habría ocultado que su mujer trabajó durante tres años en una empresa en la que la UCO sitúa el origen de la trama por la que se investiga a Santos Cerdán y Koldo García: Servinabar.

Alzórriz contó que había mantenido un encuentro con Chivite para confesarle esta relación laboral de su pareja con Servinabar. El motivo de que se lo contara ayer y no antes es el hallazgo de la UCO de un documento que indica que Cerdán sería copropietario de esta compañía, adjudicataria de varios contratos de obra pública a los que se presentó en UTE con Acciona.

La UCO asegura en un nuevo informe que, al registrar en Elorrio la vivienda de Antxon Alonso, el administrador único de Servinabar, dio con un «documento privado» que revelaría que el 45% de Servinabar era propiedad de Cerdán.

Este documento, con fecha de junio de 2016 y que la UCO cita pero que no se conoce en su integridad, formaliza el traspaso de 1.350 participaciones a Cerdán de las 3.00O que conformaban la empresa.

LAS PROMESAS DE TRABAJO DE LA MINA MUGA

Servinabar se ha presentado en UTE y ha conseguido varias licitaciones de obra pública en Nafarroa, tanto con el Gobierno de Uxue Barkos como ya en la etapa de María Chivite. El más cuantioso de esos contratos ha sido la ampliación de los túneles de Belate, que aún no está completada. La UTE Acciona-Servinabar se hizo con las obras por 62,8 millones y los miembros de la mesa de contratación tuvieron discrepancias entre ellos, una polémica que llegó incluso a protagonizar una comisión parlamentaria. Aunque, pese a los reparos que dejaron por escrito varios miembros de esa mesa, ellos mismos validaron el resultado. UPN lo tiene judicializado.

Las alusiones a Servinabar en el informe de la UCO, sin embargo, se centran sobre todo en el proyecto de la mina Muga que lideraba Geoalcali. Este es un proyecto para le extracción de potasa en una zona que abarca terrenos de Nafarroa y Aragón, y que prometía la creación de 800 puestos de trabajo.

Alzórriz negó conocer hasta ayer los vínculos que unían a Cerdán con Servinabar, pero no logró ofrecer una explicación clara sobre de qué conocía a Alonso. «Me han hecho esta pregunta muchas veces y no quiero mentir. Y como no quiero mentir, voy a decir la verdad. Exactamente, no lo sé», arrancó.

«Como portavoz parlamentario y por mi labor como secretario de Organización del PSN conozco a muchos empresarios, a mucha gente -prosiguió Alzórriz-. Él trabajaba en Navarra, tenía trabajo en Navarra y es una de las personas con las que hablé. Era un momento de ebullición, cuando lo conocí, de Geoalcali, una empresa que podía traer muchos puestos de trabajo».

Alzórriz tuvo que lidiar con varias preguntas incómodas sobre cómo es posible que no hubiera dicho antes nada a Chivite, después de que Servinabar apareciera en el informe de la UCO y también en el citado escándalo de la adjudicación de los túneles de Belate.

«Era una empresa que trabajaba en Navarra, que se presenta a licitaciones. Las licitaciones se delimitan por mesas de contratación en las que nada tenemos que ver los políticos», replicó Alzórriz. Por consiguiente, «nada tenía que sospechar» de Servinabar. «Que alguien trabaje en una empresa adjudicataria del Gobierno no es indicio de nada».

En cuanto al desempeño concreto que habría llevado a cabo su pareja para Servinabar entre 2021 y 2024, el exportavoz indicó que para acceder tuvo que hacer cursos de capacitación y que luego ejerció como responsable de prevención y de estudios y programas.

Según la documentación pública que existe sobre esta empresa, Servinabar contaba con tres trabajadores fijos y seis eventuales.

SALVAR A UNA LÍDER «CON BUEN CRITERIO

» Alzórriz, de forma insistente, quiso vender su dimisión como una reacción de Chivite a la noticia que hizo que la lehendakari «perdiera su confianza» en él. Llegó a calificar la petición de su dimisión como justa, apropiada y «con buen criterio». Queriendo ofrecer así un relato de mano dura por parte de la líder del PSN con la trama de corrupción en la que la UCO involucra a Santos Cerdán.

Calificó su reunión con Chivite como «dura», porque, «aparte de ser presidenta es mi amiga».

«Lo que ha prevalecido en nuestra decisión siempre ha sido la defensa del Gobierno de Navarra y del Partido Socialista», subrayó.

Está por ver quién cubre la ausencia que deja Alzórriz, sobre todo en el Parlamento, donde el partido deberá buscarle un sustituto como portavoz, aunque él seguirá en la bancada del partido. «Solo dimito de los puestos de confianza de la presidenta», aclaró el ex número dos del PSN.

Alzórriz había sido elevado a vicesecretario general en el reciente congreso del PSN de mayo, después de cubrir su etapa como secretario de Organización, puesto para el que fue escogida la tafallesa Esther Iso.