¿Qué le ha llevado a participar en la organización de la iniciativa Tantaz Tanta?

Participé como promotor de la manifestación que convocó Herrira el año pasado en Bilbo. Conocía la labor de Herrira con bastante profundidad -al margen de su imagen pública, que ha sido muy abierta- y me gustó mucho su forma de funcionar. Era una manera completamente abierta de funcionar y contactando con todo el mundo.

Después de la operación policial -que a todas luces es absurda porque si se creen que así van a conseguir algo es todo lo contrario puesto que logran cargarnos de razones- me sentí obligado, en cierta manera, a responder. Y cuando surgió Tantaz Tanta, que inicialmente nació como una respuesta social un poco espontánea de gentes que habíamos estado cerca, como consecuencia de esa operación policial, formé parte de ello. A partir de ahí lo que ha pasado es que te sientes cada vez más implicado, porque responder a este tipo de actuaciones injustas por parte del Estado es una responsabilidad ética.

En este sentido, se puede decir que Tantaz Tanta fue una respuesta de urgencia que ha tenido una evolución propia.

Tantaz Tanta no tiene ninguna voluntad de sustituir a Herrira ni a ninguna otra organización. Ni voluntad, ni capacidad, ni estructura ni nada por el estilo. Lo que pasa es que es una respuesta, que considero que en su momento era necesaria y de la misma manera lo han considerado miles de personas que han apoyado esta iniciativa.

Tiene un carácter completamente distinto. No es una organización al uso, de las habituales. Es mucho más espontánea, más horizontal. Es una red ciudadana para el intercambio de ideas. ¡Con todas las virtudes y todos los defectos que eso tiene! Las virtudes son claras en cuanto a la espontaneidad, pero también es cierto que la falta de capacidad, de medios y de estructuras también se nota. Por eso digo que no ha tenido nunca ni tiene vocación de sustituir a nadie. Es una respuesta ciudadana a una situación que es injusta.

En cualquier caso, se puede hacer una valoración positiva de la trayectoria que Tantaz Tanta ha tenido hasta el momento.

Efectivamente. Está funcionando muy bien. Eso quedó muy bien demostrado en el acto de Gernika que dio inicio a la campaña. Fue muy positivo el tipo de gente que acudió, las opiniones que se escucharon allá... Ha funcionado muy bien teniendo en cuenta lo espontáneo de la situación en su día. Personalmente, estoy muy satisfecho de cómo está funcionando Tantaz Tanta. Ya veremos a partir de ahora. Los objetivos son claros, son concretos. A nivel local, en Iruñea tenemos el acto de mañana [Plaza del Ayuntamiento, 12.00] y el acto del día 11 en Bilbao, que no va a ser una manifestación.

¿Podría dar algún detalle más de en qué va a consistir el acto que se va a celebrar en Bilbo el día 11?

Lo que se pretende es romper con las movilizaciones habituales o tradicionales, que son positivas y, evidentemente, necesarias. Pero también es cierto que la sociedad necesita ver que hay un fondo de imaginación, de novedad. En muchos sentidos, tanto en la forma como en el fondo. No se va a hacer un recorrido como una manifestación, sino que va a ser una ocupación del espacio público. Va a surgir de distintos puntos y van a confluir. Lo que se pretende es que sea la mayor ocupación de espacio público que ha habido nunca en Euskal Herria. Va a ser novedosa y hay cosas que no se pueden contar porque van ser una sorpresa.

Y lo de Iruñea de mañana también va a ser novedoso. Van a surgir tres columnas que partirán de distintos puntos de la ciudad y que confluirán en la Plaza del Ayuntamiento, donde habrá una serie de actos como actuaciones musicales e intervenciones del público y concluirá formando una gran gota.

¿Uno de los objetivos de Tantaz Tanta es avanzar en la resolución del conflicto?

La iniciativa Tantaz Tanta parte de una base, que es que hay una apreciación general de que la sociedad quiere que el conflicto político tenga una solución razonable. Además, es una sociedad que ha vivido fiascos como el de la llamada Transición y es consciente de que para solucionar el conflicto hay que mirar hacia adelante, pero también hay que solucionar lo que queda detrás. Y en el conflicto nacional vasco hay dos grandes realidades que condicionan la solución. Son tanto las víctimas como los presos. Son dos cuestiones que están ahí y creemos que no se pueden dejar para que pasen factura en el futuro, como sucedió con la llamada Transición. Y en este caso, lo que se ve como primordial y urgente es conseguir al menos una cuestión tan elemental como el acercamiento a las prisiones del país de las personas que están cumpliendo las penas impuestas. Es algo difícilmente discutible incluso por cualquier persona que quiera entrar al debate honestamente, con independencia de su ideología.

Además, estas movilizaciones vienen después del comunicado de EPPK, que ha sido un paso importante.

Estas movilizaciones están convocadas y organizadas mucho antes del comunicado del Colectivo de Presos. Como Tantaz Tanta no existe ninguna relación con ese colectivo. La valoración que se ha hecho es positiva. Se ve que es un paso. Tantaz Tanta siempre ha animado a todos los sectores implicados a que den pasos y el de EPPK es importantísimo, fundamental. Pero también hay otros pasos importantísimos que tienen que dar otros, que son los que nosotros exigimos.

Junto a ello, cobra especial relevancia la necesidad de que la sociedad se movilice y no asista como espectadora a conversaciones de distintos agentes.

Por supuesto. La historia nos ha dado muchas experiencias al respecto. No se pueden crear soluciones artificiosas. O las soluciones están asumidas por la sociedad o realmente tienen un recorrido muy corto, porque los problemas vuelven a surgir. Se están dando pasos que, con independencia de lo que digan las estructuras políticas, están siendo asumidos de forma clara, nítida. Y eso es lo que diferencia el actual proceso de otros.