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Severas condenas para los militantes de ETA Ozaeta, Suberbiola y Salaberria

El Tribunal de París dio a conocer ayer mismo, al poco de finalizar el juicio, la sentencia contra Ainhoa Ozaeta, Igor Suberbiola y Jon Salaberria. Les condenó a 20, 16 y 12 años de prisión respectivamente por pertenencia a ETA en grado de dirigentes. En sus escasas intervenciones durante el juicio, los tres militantes han manifestado su adhesión a los pasos dados por la organización armada y su decisión de utilizar «únicamente las vías pacíficas y democráticas».


Transcurrido un mes justo desde que comenzara el juicio contra Ainhoa Ozaeta, Igor Suberbiola y Jon Salaberria, el Tribunal especial de París les condenó ayer a 20, 16 y 12 años de prisión respectivamente por pertenencia a ETA en grado de dirigentes. Los jueces aceptaban así la petición del fiscal Jean-François Ricard en el caso de Ozaeta mientras que en la de los otros dos militantes la rebajaron en dos y tres años.

Las fuertes condenas demuestran que el tribunal ha dado por buenos los argumentos del Ministerio Público que, si bien mencionó -aunque sin otorgarle total credibilidad- el fin de la actividad armada de ETA, consideró que los avances habían tenido lugar después del arresto de los tres acusados que, según sus palabras, impulsaban la radicalización de la misma.

Es evidente, por lo tanto, que los magistrados no han atendido lo manifestado por los procesados en las dos únicas intervenciones que han realizado durante el jucio. Anteayer mismo, Suberbiola, imputado como responsable del aparato político, manifestó su «total adhesión» con las decisiones de ETA y dejó claro (como ya lo hiciera el 6 de junio) que «la lucha armada ya no existe» y que «es parte del pasado».

Dolor y reparación

Reconoció ser plenamente consciente de que «ha existido un conflicto del que he sido parte activa y, en ese sentido, asumo toda mi responsabilidad». Hizo un «reconocimiento sincero de todo el sufrimiento y todo el dolor causado por el conflicto, que debe ser reparado».

Por su parte, Ozaeta se refirió a la cadena humana del pasado domingo y recalcó que es la muestra de que «Euskal Herria está viva» y que «nada puede impedir que, más pronto o más tarde, Euskal Herria sea libre». La andoaindarra rindió homenaje, como ya hiciera al inicio del proceso, a los compañeros muertos y citó, entre otros, a Xabier Lopez Peña, fallecido en marzo de 2013 en el hospital al que había sido trasladado desde la cárcel de Fleury-Mérogis.

Salaberria también tomó la palabra ante el tribunal. Criticó la posición del Estado francés de seguir «evitando resolver las consecuencias del conflicto», con lo que «intenta no abordar las causas» del mismo.

Dos tercios mínimo

La presidenta del tribunal, Jacqueline Audax, aclaró que los tres militantes deberán cumplir dos tercios de sus penas antes de poder acceder a cualquier beneficio penitenciario y que serán expulsados del Estado en cuanto las terminen.

Con respecto a la fusión de penas de las condenas que tienen anteriormente, para Ozaeta quedarían en un total de 22 años, para Suberbiola en 18 años y 3 meses y para Salaberria en 13 años y 3 meses.

Sortu destaca la relevancia del mensaje de los tres militantes

En declaraciones realizadas a través de su portavoz Pernando Barrena, Sortu subrayó la «especial relevancia» de las declaraciones de los tres encausados. «Constituye en sí misma toda una posición política global en términos de resolución del conflicto político que no puede ser ignorada salvo desde la irresponsabilidad más absoluta», manifestó.

Previamente, recordó «los truculentos reportajes sobre enfrentamientos internos» que publicaron la gran mayoría de los medios de comunicación en el momento de la detención. «Es importante tenerlo presente hoy porque Ozaeta, Salaberria y Suberbiola, en su declaración, han reafirmado su compromiso con el cese definitivo de la lucha armada».

Estas manifestaciones políticas «ponen de relieve», según Sortu, «la voluntad de ETA y sus militantes de ser parte activa en la normalización social y política del país desde la asunción de las responsabilidades propias».

El partido independentista constata que «una vez más, las iniciativas en clave de avance del proceso de paz solo llegan por la parte vasca». Por ello insta a las «autoridades españolas a pensar en positivo y actuar en consecuencia». Añade que el PP «retrasa cualquier esquema de solución porque ya se sabe perdedor ante la sociedad vasca que quiere ser dueña de sí misma». GARA