10 AGO. 2014 Udate Andres Urrutia: «El euskera pierde terreno en la familia y lo gana en la educación» El presidente de la Euskaltzaindia, Andres Urrutia, aprecia, tras más de 30 años de proceso de normalización, que el euskara pierde terreno en la transmisión familiar y lo gana a través de la educación. GARA BILBO Urrutia (Durango, 1954) ha repasado, en una entrevista con Efe, la situación del euskara y de la Real Academia que preside. Después de tres décadas de trabajo por la recuperación del euskara, Urrutia tiene un «sabor agridulce» en los resultados. «Hay unos ámbitos en los que se ha progresado mucho, como en los de la educación y los medios de comunicación, y hay otros en los que parece que la cosa no ha ido tan bien. Queda mucho que hacer en el ámbito de la administración, en el ámbito socioeconómico», explicó. Urrutia manifestó también que «el triunfo del batua como lengua escrita oficial es innegable». «Ahora bien -reconoció-, también es cierto que hoy la gente busca nuevas formas de expresión y de expresividad en el euskera y ahí, lo dialectal tiene su lugar». La Academia tiene entre sus proyectos más inmediatos la elaboración de la segunda edición del «Diccionario del Euskera», con unos 40.000 términos ya definidos, «con lo cual estaríamos a la altura, en materia lexicográfica, de las lenguas de nuestro entorno». Otro de sus retos es el de realizar una «Historia Social del Euskera», una «Antología de Textos Literarios Vascos» y continuar con el «Atlas Lingüístico de los dialectos del Euskera», del que ya van cinco tomos y próximamente saldrá el sexto. Urrutia destacó la novedad que supone, en este -Atlas-, la inclusión de sonidos, lo que va a hacer posible no solo buscar la forma dialectal de un término en un determinado territorio, sino también escuchar pronunciarlo al propio hablante autóctono al que se le ha grabado el uso de ese término dialectal. Sobre la situación económica de la Academia que preside, aseveró que los recortes en las administraciones han hecho «mella» en la economía de la institución lingüística. «En menos de cuatro años -indicó-, hemos visto reducido nuestro presupuesto en un 35 % al perder ese porcentaje de las aportaciones públicas en una institución como la nuestra, que vive de lo que son subvenciones del Gobierno Vasco, de las tres diputaciones, del Gobierno de Navarra, de Madrid y la Oficina Pública francesa de la Lengua Vasca». «Esto nos ha llevado a una situación, si no de crisis, porque hace tiempo que instalamos ya la filosofía del endeudamiento cero, sí de estrechez, al no poder atender a múltiples compromisos, que de otra forma hubiésemos podido atender», lamentó.