Arnaitz GORRITI
REMO | Liga San Miguel

Ensayo general para La Concha

Kaiku se llevó la bandera de Zarautz y una tanda de honor de infarto empatado con Orio, que le recorta dos puntos a Hondarribia.

Kaiku se llevaba su cuarta Ikurriña de Zarautz consecutiva, después de adjudicarse ex aequo con Orio una emocionantísima tanda de honor en la que, junto a Urdaibai, realizaron lo que pudo ser un ensayo general de la tanda de honor de La Concha. Fue un largo final de infarto, aunque a efectos clasificatorios para la bandera, la victoria de la «Bizkaitarra» jamás corrió peligro. Hondarribia sufría descolgada, mientras que Urdaibai, Kaiku y Orio no solo peleaban por meter la proa, sino que poco faltó para que hubiera choque de palas. De hecho, las dos traineras vizcainas rozaron el desastre, y por eso el patrón Asier Zurinaga se quejaba de lo cerca que tuvieron que ver a Urdaibai a su estribor -y Orio a babor pocas paladas después-.

Al final, los jueces fueron incapaces de decidir qué trainera entre Orio y Kaiku fue la que entró primera a la meta y otorgaron el empate. Urdaibai, mientras, vio cómo se le escapaban los 12 puntos en los últimos metros, fruto de que sus adversarios agarraran una última ola.

Por su parte, Hondarribia veía recortada su ventaja en la clasificación general hasta el mínimo, un único punto respecto a los «aguiluchos», después de padecer en la tanda de honor. La «Ama Guadalupekoa» perdía comba ya en el primer largo, y aunque no se dejó superar por ninguna trainera de las tandas anteriores, fue la principal perjudicada de la jornada. La propia Urdaibai, en su pelea por escalar posiciones en la clasificación general, fue otra de las derrotadas; no solo por la remontada sobre la línea de llegada de Kaiku y Orio, sino porque San Pedro, que llegaba a Zarautz en caída libre, se recuperaba y mantiene un colchón de 20 puntos, superando a Astillero.

Aguas tranquilas, pero con miga

A diferencia de la regata del sábado, el campo de regateo zarauztarra mostraba un aspecto más tranquilo, con un oleaje mucho más calmado y benigno, fruto de un viento que soplaba en dirección norte-noreste.

Eso no implicó que las regatas fueran una cuestión pura de fuerza. El viento fue perdiendo intensidad, pero las olas, bien alargadas para aprovecharlas en las empopadas, ofrecían la opción de lucirse a los patrones. En esa tesitura, Portugalete mejoró sustancialmente su labor, siendo no solo la trainera vencedora de la primera tanda, sino sexta en la clasificación general. San Pedro, tras una dura pugna con Pasai Donibane, Cabo Da Cruz y Tirán, se llevó la segunda tanda haciendo gala de terquedad, resistencia y pericia en las distintas maniobras.

Solo quedaba la tanda de honor. Kaiku pudo remar con tranquilidad en el primer largo de ida, consciente de que su colchón de 17 segundos le podía valer. Orio, por su parte, vio que la «Ama Guadalupekoa» no terminaba de carburar, así que arrancó dispuesto a sacar toda la ventaja posible, y si no lo logró fue porque Urdaibai y Kaiku, remando uno junto al otro, recordaron que su rivalidad aumenta exponencialmente la exigencia y la calidad de su remada.

Hondarribia también se quiso enganchar en el primer largo de vuelta, pero el tercer viaje a las balizas se le hizo muy duro. Los otros tres, conscientes de que cada punto les sirve a sus intereses, llegaron a rozar el desastre remando prácticamente pegados. Al final, la sangre no llegó al río, mientras que ofrecían a la afición un final grandioso.