31 AGO. 2014 Reivindican el fin de la represión y la desmilitarización en Altsasu Cientos de personas se dieron cita ayer en Altsasu para participar en el Ospa Eguna! La jornada, organizada para exigir el fin de la represión y reclamar la desmilitarización de Euskal Herria, transcurrió con casi total nomalidad; en esta ocasión, la Guardia Civil decidió quedarse en los accesos al pueblo, donde establecieron controles. Al termino de la kalejira se procedió a la lectura de un manifiesto para denunciar la «maraña represiva» que ha tejido el Estado español. Ion SALGADO «Es un orgullo participar, trabajar y apoyar la reivindicación de un pueblo sin controles, sin amenazas, sin registros, sin censuras, sin porrazos, sin pelotas de goma asesinas, sin montajes policiales y sin multas políticas». Estas palabras, pronunciadas por un vecino de Altsasu al término de la kalejira vespertina, resumen la filosofía del Ospa Eguna. Una jornada, fruto del trabajo realizado durante todo el año por las asambleas antirrepresivas de esta localidad navarra, que tiene por objeto exigir el fin de la represión y la desmilitarización de Euskal Herria. Ambas peticiones marcaron el acto final de la jornada, organizado en la Herriko Plaza, donde tuvo lugar la lectura del pregón. En un ambiente festivo, el encargado de leer el texto denunció que las fuerzas de seguridad estatales «no dan tregua a Altsasu, a Sakana, a Nafarroa... no dan tregua a este pueblo. No cejan en su empeño de que este pueblo asuma y trague con el status quo actual: la imposición y ocupación por la fuerza y el control político social». A este respecto, recordó el caso de un joven altsasuarra que recibió «amenazas y trato vejatorio» por parte de doce guardias civiles. Detalló que los agentes del citado cuerpo militar «le quitaron los pantalones y la ropa interior, mientras en el pueblo grupos ultra acosaban con total beneplácito policial un acto de represaliados políticos vascos». También censuraron el proceso judicial abierto contra otro vecino por participar en un muro popular, el ataque a un alumno de Sakana en la huelga estudiantil del pasado mes de marzo, la detención de una persona residente en Arbizu por difundir su opinión en las redes sociales y la citación policial a los organizadores de la consulta ciudadana realizada el 13 de abril en Etxarri-Aranatz, a pocos kilómetros de Altsasu. «No olvidamos la cantidad de controles que padecemos en nuestro territorio, donde en algunos casos la salida y entrada a nuestros pueblos es imposible sin que policías de colores diferentes nos den el alto, como la semana en la que se organizaron las jornadas juveniles Burutakzioa», añadió. Por supuesto, no se pasó por alto lo acontecido en el Ospa Eguna del año pasado, cuando los uniformados realizaron una «ocupación militar sin precedentes, con amenazas fusil en mano, cacheos, prohibiciones y la detención de un joven de Iturmendi». En esta ocasión, la Guardia Civil y la Policía Foral, que establecieron controles en los accesos a Altsasu, no impidieron la celebración de una jornada que comenzó a las 11.30, cuando los más pequeños tomaron la Herriko Plaza para disfrutar de los castillos hinchables, juegos y talleres. Poco después, a las 12.00, los gigantes se adueñaron del centro de Altsasu, por donde marcharon al ritmo de los trikitilaris, que también animaron a los presentes en el kantu poteo. Guardia Civil y Policía Foral Tras disfrutar del vermú, muchos recargaron las pilas en una comida popular organizada en la plaza Tomas Zumalakarregi, y echaron un cafe con la cuadrilla antes de participar en sendas kalejiras, que partieron a las 17.00 desde una rotonda cercana al cuartel de la Guardia Civil, y desde el supermercado situado a pocos metros de la comisaría de la Policía Foral. Esta última fue la más numerosa, ya que la primera estuvo formada por los quintos de este año. Así, a las 17.45 decenas de personas marcharon por el pueblo tras Juan Tramposo y los momotxorros, que portaban una gran bandera en la que se podía leer el lema «Alde hemendik!». A la media hora las dos kalejiras se fusionaron en la plaza Zumalakarregi, desde donde avanzaron hacia la Herriko Plaza. Al finalizar la kalejira se procedió a la lectura del pregón, que, como en anteriores ocasiones, denunció la «maraña represiva» puesta en marcha por el Estado español. «Es una red pelágica que lanzan contra el pueblo, y es por ello que la respuesta debe ser del pueblo. Por ello la petición de la asamblea de Ospa! es muy clara: ante la demostración de imposición, ocupación y fuerza militar que hicieron en el Ospa Eguna! de 2013, animamos a la ciudadanía de Altsasu, Sakana y Euskal Herria a imponernos frente a la represión, y ocupar las calles de nuestro pueblo con la fuerza de nuestra cultura y nuestras señas de identidad». «¡Porque solo el pueblo ocupa el pueblo!», concluía este manifiesto. Todo el día Este año Ospa Mugimendua organizó un programa amplio, con actos para todas las edades. Así, los más pequeños disfrutaron de los juegos durante la mañana, y los jóvenes tomaron el relevo en los conciertos de la noche. Controles. La Guardia Civil y la Policía Foral establecieron controles en las entradas y salidas del pueblo, aunque este año no entraron dentro de Altsasu para impedir la celebración del Ospa Eguna!, tal como hicieron en 2013.