Las paredes del Palau de la Generalitat volvieron a ser testigos ayer de otro acto solemne y, a riesgo de desgastar la palabra, histórico. Si el viernes fueron los partidos soberanistas los que sellaron su compromiso con la consulta en la galería gótica del edificio, ayer fueron los alcaldes los que lo hicieron. Y no eran pocos, ya que 920 municipios catalanes de un total de 947 han aprobado en los últimos días mociones de apoyo a la convocatoria del 9 de noviembre, muestra de la extensión territorial de la demanda soberanista. Y muestra también de que allá donde más cercana es la administración a la ciudadanía, más cerca está la administración del reclamo soberanista. De ahí que centenares de concejales del PSC de toda Catalunya hayan apoyado las mociones proconsulta -también alguno del PP-.

Los cerca de 800 representantes consistoriales llegaron primero al Ayuntamiento de Barcelona, donde el alcalde, Xavier Trias, ejerció de anfitrión y reclamó «ganar» el pulso al Estado. Alcaldes y alcaldesas se dieron un baño de masas al cruzar la plaza Sant Jaume en dirección al edificio de enfrente, el Palau de la Generalitat, donde fue el president, Artur Mas, quien los recibió aliviado y descansado, después de la maratoniana jornada del viernes. «La clave del encuentro de ayer es que supimos hacer piña. Hoy, a través de los municipios, volvemos a hacer piña, es la mejor imagen que podemos dar», señaló.

«Spot» marcado por el veto

Ayer se pudo notar, precisamente, la primera consecuencia del acuerdo del viernes, aunque el sigilo de los partidos al respecto siguió siendo absoluto. La novedad radicó en el regreso, de forma peculiar, de la campaña institucional, con un «spot» que intenta salvar el veto del Tribunal Constitucional. El anuncio televisivo empieza igual que el retirado a principios de semana, pero tras un breve instante pasa a una pantalla en negro. Posteriormente, un texto explica al espectador que la campaña original tuvo que ser retirada por el veto del TC y sugiere llamar al número 012 para más información. Es el número de atención al ciudadano de la Generalitat, cuyo contestador automático pide marcar el 4 para obtener más información sobre la consulta del 9 de noviembre. Todo un misterio que se resolverá, irremediablemente, en los próximos días.

Lo que se mantuvo según lo previsto fue la acampada de plaza Catalunya convocada por la campaña «Independència per canviar-ho tot». Esta tarde decidirán en asamblea si mantienen la convocatoria o levantan el campamento.