Edorta Murua, uno de los coordinadores de Lezama y responsable de metodología y principios de entrenamiento de la cantera rojiblanca, firmó ayer tarde su finiquito y se despidió del Athletic, al que había llegado, por última vez, en agosto de 2011 de la mano de José Mari Amorrortu, al que el actual presidente Josu Urrutia situó al llegar a Ibagiane en el escalafón más alto del fútbol base. Hoy, con Amorrortu apartado a un lado en la dirección formativa en favor de un Aitor Larrazabal que ha asumiado pleno poderes, y la marcha a petición propia de Murua, se completa el `plan renove' que los actuales gestores del club quisieron iniciar en el verano de 2013 y desde entonces han ido facilitando de manera escalonada con la salida ayer del principal arquitecto de esa `metodología Lezama' tan aplaudida por clubes extranjeros, y al que también acompaña en su adiós el hasta ahora entrenador del cadete A, Jonathan Cabanelas, llegado a Lezama hace tres años, que será sustituido por el veterano Peio Agirreoa.

La noticia de estas marchas -falta saber su nuevo destino profesional- llega en plena temporada, aunque el último movimiento se vivió en julio, cuando con el nuevo organigrama, el Athletic daba la `boleta' a Unai Melgosa, al que Amorrortu `rescató' desde la cantera del Málaga para dirigir al Juvenil Nacional y luego a un infantil. No era la primera pieza que se caía del puzzle articulado por Amorrortu. Un año antes, uno de los formadores más valiosos de la cantera bilbaina, con 14 años de dedicación al Athletic, Vicen Gómez, hacía las maletas hacia el fútbol base del Dinamo de Kiev, disconforme con los derroteros que tomaba la nueva dirección en manos de Aitor Larrazabal.

Llegada de exfutbolistas

Salidas de relevancia y que dejan `tocada' la cantera, compensadas en estos cuatro años con la llegada de, sobre todo, exfutbolistas, hasta tal punto que desde el año 2006 no había tantos exleones en Lezama como en la actualidad: seis jugadores que pasaron por el primer equipo -Cuco Ziganda, Joseba Etxeberria, Iñigo Lizarralde, Gontzal Suances, Gorka Bidaurrazaga y el recién llegado Luis Prieto- y uno por el filial -Oskar Alkorta-.

A este lavado de cara hay que añadir la fulgurante ascensión del `Gallo' Etxeberria, que además de su puesto de técnico ahora en el Juvenil A, tiene ya un lugar fijo en los entrenamientos del primer equipo, después de que la temporada anterior fuera `ascendido' según la versión del club en una nueva iniciativa de ir premiando a un técnico de Lezama cada año, y que al final ha terminado siendo un puesto `ad hoc' para el elgoibartarra.

Vuelco total al organigrama técnico de Lezama en este primer mandato de Josu Urrutia que habrá que ver cómo y en qué medida afecta al futuro de la cantera rojiblanca, siempre sujeta a las presidencias de turno y los vaivenes de quienes se sitúan al frente de los proyectos deportivos del fútbol formativo. Txutxi Aranguren, quien fuera uno de los clásicos de la cantera bilbaina, defendía que «Lezama habría que valorarlo por lo menos después de ocho años». Resulta evidente que el tiempo juzgará, dará y quitará razones. Como está cantado que José Mari Amorrortu no seguirá tras concluir su contrato en junio y habrá que ver si la salida de Murua es la última; de los `señalados' en su día solo queda ya la sicóloga María Ruiz de Oña.