Todo negativo, nada positivo
La última vez que acabó la primera vuelta con 19 puntos, en la 2006-07, tuvo que luchar por la permanencia hasta la última jornada.
No será porque Ernesto Valverde no lo avisara al inicio de la temporada, de que las cosas iban a ser mucho más difíciles que el curso anterior, algo excepcional como lo fue que el Athletic se clasificara para jugarse los cuartos de la Champions League 16 años después. Lo que ni él atisbaba es que los derroteros que iba a tomar el juego y en consecuencia los resultados del equipo iban a rayar a estas alturas lo histórico pero a la inversa, tanto que ya muchos comienzan a mentar la bicha del impronunciable descenso, y eso que falta la mitad del campeonato y hay otros que están peor. Eso sí, la última vez que el Athletic acabó la primera vuelta con 19 puntos, en 2006-07, tuvo que luchar por la permanencia hasta la última jornada. En fin, que poco ha pintado de cara esta campaña y aun así, los rojiblancos siguen vivos en Europa League y Copa.
Estos días, tras perder su cuarto partido consecutivo de Liga y estar a solo dos derrotas de la peor racha negativa del club en sus más de cien años, la prensa deportiva desbroza y escudriña hasta la más mínima estadística nociva, porque de haber un rayo de luz, parece que no se vislumbra. Asistimos a una especie de carrera por ver qué dato nocivo hunde más al equipo, porque explicar, explican poco, más allá de poner sobre la mesa las consecuencias, pero no las causas.
La evidencia es demoledora. Los paupérrimos 19 puntos sitúan al equipo como el que más ha empeorado de un año a otro: -17 puntos que en la primera vuelta de la última Liga. Son los mismos hombres -excepción hecha de un Ander Herrera cuya ausencia se ha dejado notar hasta cuando no aportaba lo que de él se esperaba-, el mismo e idóneo técnico, pero muchas cosas parecen requebrajarse.
Necesidad de reforzarse
Lo mismo que con Marcelo Bielsa, el grupo no ha sido capaz de enlazar otra temporada al máximo nivel, y esta vez las culpas no tienen al banquillo como principal señalado. Quizá falte esa mentalización de la que pensábamos el vestuario había hecho un curso acelerado el primer año del argentino, a lo mejor el caramelo de la Champions se indigestó demasiado, a lo mejor varios jugadores en ese proceso lógico de maduración han alineado su año de bajón, a lo mejor... Lo que parece claro es que este Athletic necesitaba y necesita refuerzos de garantía para mantener un nivel aceptable, y que de paso den tiempo a que los cachorros de abajo maceren adecudamente.
El plantel ha perdido nivel. La marcha de los Fernando Llorente, Javi Martínez, Amorebieta, Herrera sigue pesando más de lo que cabría. La plantilla se ha quedado corta, sin fondo de armario, sin revulsivos y las expectativas no son nada halagüeñas. A eso se le suma un hecho incontestable, que el Athletic no tiene hombres-gol. Más allá de Aduriz, a sus casi 34 años, ni los Muniain, Susaeta, De Marcos, Beñat y compañía cumplen con ese perfil. El Athletic ha cerrado la primera vuelta con 15 goles a favor, su peor cifra a estas alturas desde 1984-85 (12).
San Mamés ha perdido su condición de casi inexpugnable, como ha dejado de manera alarmente de crear ocasiones ante el rival, los suplentes apenas aportan nada, su capacidad de sufrimiento ha decaído... ¿Algún dato negativo más?
Viguera: «En Villarreal las sensaciones fueron otras»
Borja Viguera cuenta para Valverde, aunque en su ultimo partido liguero en Villarreal poco aportó. Aun así, cree que ante los levantinos «en líneas generales, se hizo un buen partido, competimos de la forma que queremos, sobre todo en la primera parte. Las sensaciones fueron otras». Ayer le tocó comparecer y para el riojano a pesar de estar «en una dinámica negativa», también «hay que cambiarla». Dice que el vestuario no está preocupado, lo que choca, defiende que ante la falta de gol «hay que estar tranquilos» y reconoce que «la unión entre equipo y afición es importante. Viví una situación parecida el año pasado (en el Alavés) y se tiró para adelante». J.V.