UNICAJA 76

LABORAL KUTXA BASKONIA 74

La victoria a domicilio se le resiste a Laboral Kutxa Baskonia. Ayer tocó perder ante Unicaja, una victoria que, además, hubiera colocado a los gasteiztarras entre los ocho primeros.

Los malagueños enfangaron cuanto pudieron el partido, aunque paradójicamente, casi les salió mal. El Baskonia volvió al partido cuando caía por 11 o 12 puntos, pero no supo estar a la altura justo al final.

Tardaron en encontrar la anotación ambos equipos, y parecía que el Baskonia pudiera sacar provecho de un Unicaja que pasa un mal momento. Pero la segunda unidad malagueña causó mucho daño a los gasteiztarras, con Kuzminskas y Fran Vázquez imparables por momentos.

Los de Ibon Navarro tuvieron minutos de zozobra en defensa, sobre todo por su banquillo -Begic no estuvo al nivel de Iverson-, pero se mantuvieron en el choque gracias a los lanzamientos triples de San Emeterio y Hansbrough. Eso sí, cuando su tiro exterior no entraba, las transiciones andaluzas hacían daño, más aún después de que Granger le sacara los colores a Adams en un par de ocasiones y elevar el 37-25 al marcador.

El regreso de Iverson fue providencial en la reacción baskonista. Gracias a su brega -ante el debutante Germán Gabriel-, Laboral Kutxa Baskonia remontó, hasta el punto de enchufarse al encuentro con un mate suyo, cerrando un parcial de 3-12 para poner el 40-37 en el luminoso.

El parcial baskonista se estiró hasta que Causeur y Tillie volteasen el marcador: 40-41. Era evidente que, faltando 18 minutos para el final, todo estaba por decidir, pero lo cierto es que los de Ibon Navarro no volverían a ponerse por delante.

Los bases aparecen tarde

Kuzminskas volvió a ser un incordio que volvía a adelantar a los de Joan Plaza, mientras que San Emeterio sufría en su defensa y Davis Bertans estrellaba sus triples contra el aro. Para más inri, Unicaja se encontraba con una canasta de Golubovic en un palmeo para ponerse 52-47, al final de un tercer período la mar de espeso lleno de errores y pérdidas por ambos lados.

Con el inicio del período definitivo, Kuzminskas volvió a emerger, sumando varias canastas seguidas. Green y Vasileiadis enchufaron sendos triples -Unicaja firmó un 3 de 13- para amagar la ruptura al escaparse 68-57 a cuatro minutos del final.

En esas, Darius Adams y Mike James al fin asomaron al partido. Además, la defensa gasteiztarra apretó, y hasta la suerte -un tiro libre de Iverson mal barrido por los malagueños, una canasta al filo de la posesión de James, un enceste fuera de tiempo de Thomas- quiso que los baskonistas se arrimaran 68-64.

Ahí se acabó todo. Pese a que los triples finales de James y Adams entraron, el duelo se perdió con varios errores de Tillie, un afortunado tiro de Stefansson y los tiros libres de Granger.