Martxelo DÍAZ
Entrevista
Errikos FINALIS
SYRIZAko zuzendaritzako kidea

«Nuestra tarea es hacer frente a la crisis humanitaria en Grecia»

Errikos Finalis, miembro de la dirección de la coalición Syriza y del partido KOE (Organización Comunista de Grecia), ha participado estos días en varias conferencias en el marco de Neguko Unibertsitatea organizada por Iratzar Fundazioa en distintas ciudades de Euskal Herria. Destaca que Grecia se encuentra en una situación de emergencia nacional de la que es urgente salir y defiende nuevas formas de hacer política para el sur de Europa.

Errikos Finalis es consciente de que la tarea que tiene por delante el Gobierno de Syriza es titánica. Debe hacer frente a quienes han impulsado medidas neoliberales en Europa y, al mismo tiempo, sacar de la miseria a cientos de miles de ciudadanos.

La victoria electoral de Syriza en Grecia abre nuevas expectativas en su país y en el conjunto de Europa. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el nuevo Gobierno? La deuda es importante, pero hay problemas estructurales...

La deuda es la tarea más difícil a la que se tiene que enfrentar el nuevo Gobierno en Grecia. Pero en los últimos años, en nuestro país y en otros muchos países de Europa que se han visto afectados por las políticas neoliberales -aunque este término no me gusta porque me parece excesivamente ligero-, hay una situación de crisis humanitaria. Tenemos un desempleo brutal, como en el Estado español. Es increíble, ya que no teníamos esas tasas de desempleo en Grecia desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En lo que se refiere a los jóvenes, el paro supera el 60%. Hay una destrucción de la infraestructura productiva del país, que no se ha iniciado en los últimos cinco años con la Troika pero sí se ha acelerado notablemente. Estas también son tareas inmediatas para el Gobierno de Syriza.

A todo ello tenemos que añadirle la cuestión de la soberanía nacional. Grecia era, en los últimos cinco años, una colonia en el siglo XXI, una colonia postmoderna. Luchar contra ello es un frente importante para el Gobierno griego, pero también para el pueblo griego. En los últimos años no teníamos soberanía, no teníamos dignidad, no teníamos nada. Estos son los frentes inmediatos para el Gobierno de Grecia. La deuda es uno. Y estamos en un proceso de negociación con las instituciones europeas. No con la Troika, ya que no reconocemos a ese grupo que nadie puede controlar. Al mismo tiempo, mientras estamos hablando, en 40 ciudades de Grecia hay cientos de miles de personas que se están manifestando no a favor del Gobierno de Syriza, sino para defender la lucha por la dignidad, la democracia y la soberanía del país. En Atenas, con lluvia y un frío al que no estamos muy acostumbrados, se han reunido 50.000 personas en la plaza Syntagma, la Plaza de la Constitución.

La situación de emergencia social en Grecia es de tal calibre que la primera medida de urgencia del Gobierno de Syriza, además de subir el salario mínimo, ha sido garantizar electricidad y comida. Estamos hablando de derechos básicos, de reivindicaciones que parecen de la década de 1930. ¿Hemos retrocedido casi un siglo?

Esas medidas no son radicales. Simplemente, son medidas para que el pueblo griego pueda sobrevivir con dignidad. El salario básico, garantizar el suministro eléctrico a todas las casas o garantizar la comida a todas las personas que no pueden pagarla en la Europa del siglo XXI está siendo contestado por la Troika. Nos están diciendo que no podemos adoptar ese tipo de medidas. Están en contra de que se responda a necesidades básicas del pueblo griego. Solo les interesa que se continúe financiando a los bancos, porque la llamada ayuda de la Troika, la ayuda financiera, no va al pueblo griego. Va a los bancos, va a los acreedores. Esa es la situación. Y las medidas adoptadas simplemente van en la dirección de cubrir las necesidades básicas de la población.

El triunfo electoral de Syriza ha sido espectacular desde el punto de vista mediático, pero llevan años trabajando, en el ámbito sindical y en el político, para lograr este objetivo.

Hay una larga trayectoria, un largo proceso de construir la unidad desde orígenes muy diferentes. Han confluido personas de la izquierda revolucionaria, de la izquierda reformista, de todas las izquierdas de Grecia, que se han unido en un nuevo tipo de esfuerzo, que se llamó Syriza.

Pero el elemento más importante del proceso que concluyó con la victoria de Syriza en las elecciones fue la intervención del factor popular, que salió a la calle en 2011 y en 2012. Ha sido un factor básico para la victoria de una izquierda que podía ser un poco diferente de las izquierdas que conocemos en Europa. Es una izquierda que escucha al pueblo y que quiere reflejar lo que ese pueblo reclama. No es un camino fácil, sino que tiene muchas contradicciones. Pero no tenemos otra opción que caminar en esa dirección.

El Gobierno de Syriza también ha recibido críticas por pactar con Griegos Independientes, un partido de derecha pero que se opone frontalmente a los recortes ordenados por la Troika. Al mismo tiempo, se ha cuestionado que no se alcanzasen acuerdos con el Partido Comunista de Grecia (KKE), una formación que se había mostrado previamente radicalmente en contra de pactar con Syriza.

Nosotros hacemos una invitación permanente a las otras fuerzas de izquierda de Grecia para que trabajemos juntos. Al KKE también. No buscamos un acuerdo programático, sino sumar fuerzas para salvar al pueblo griego, para abrir una perspectiva que nos permitirá hablar de un nuevo tipo de organización política y social. Buscamos que el debate se produzca en términos reales. El KKE no quiere. Tiene un vocabulario revolucionario, pero al mismo tiempo mantiene una actitud muy sistémica.

Por lo que se refiere a la colaboración con Griegos Independientes, es verdad que la mayoría de sus cuadros viene de la derecha. Es un partido que durante cinco años ha aguantado una gran presión del sistema pero ha mantenido una táctica y una estrategia contra la Troika. Tenemos muchas diferencias en cuestiones económicas, pero estamos de acuerdo en que Grecia tiene que ser un país soberano, donde el pueblo decide qué debemos hacer. No permitimos que la decisión esté en manos del Gobierno de otro país. Creemos que la cooperación con Griegos Independientes es muy buena solución. Frente a ello, muchos sectores sistémicos esperaban que cooperásemos con partidos llamados de centroizquierda pero que apoyan de una manera increíble las políticas que han destruido nuestro país.

¿Como el Pasok?

Es el caso del Pasok, pero también de To Potami (El Río), que es una construcción de los empresarios y de los medios de comunicación. Son un tipo de partidos que se presentan como progresistas, pero que participan en la destrucción de nuestro país. Avanzar en la formación del Gobierno de una manera rápida gracias al acuerdo con Griegos Independientes fue algo muy positivo.

Se ha hablado también de que, ante la actitud de la UE, Grecia podría buscar la financiación que necesita en otros mercados como Rusia o China. Estamos en un mundo multipolar que no se acaba en la UE...

Queremos una política de relaciones con todos en un mundo multipolar y que se basen en el respeto, la dignidad y la igualdad entre los pueblos y los estados. Queremos un acuerdo con Europa, pero Europa es un término muy genérico. Queremos un acuerdo con las instituciones europeas, pero con bases en el respeto mutuo entre los estados miembros de la UE. Hay países que no quieren una negociación profunda y un acuerdo que pueda traer soluciones. Lo que está claro es que la situación actual no traerá ninguna solución. Teníamos una deuda que era el 120% del Producto Nacional Bruto. Ahora tenemos una deuda del 180% del Producto Nacional Bruto. Esa política no es solamente antipopular, sino que no funciona. No genera soluciones y queremos una solución.

Hay países poderosos en la UE que no quieren soluciones por razones políticas y geopolíticas. Entienden que si los pueblos y los gobiernos de Europa pueden ver que hay otra alternativa, la dominación alemana en la UE no puede continuar. Esa política dogmática, esa política fanática, de neoliberalismo y austeridad no puede continuar. Es por ello por lo que no quieren un acuerdo, sino que quieren estrangular a nuestro país, como ejemplo para los otros pueblos, especialmente del sur de Europa, que también quieren otra política.

Una prueba de ello es el chantaje al que el Banco Central Europeo (BCE) ha tratado de someter al Gobierno griego...

Existe un acuerdo de que podemos negociar hasta el fin de febrero. El BCE dice que no, y pone el límite del 18 de febrero. Es un mensaje para demostrar que no quieren ningún debate, que no quieren dialogar con nosotros. Quieren destruir un esfuerzo que no está buscando algo radical, sino la dignidad, la democracia y una manera de vivir como humanos en este continente. En la negociación que se acaba de abrir, el mejor aliado de nuestro gobierno es el pueblo griego. Y también los pueblos de Europa, especialmente los del sur de Europa. E Irlanda es también el sur de Europa. Las palabras de Gerry Adams denunciando que la posición del Gobierno irlandés apoyando la postura alemana no expresa el sentimiento del pueblo irlandés son una gran ayuda para nosotros. Esperamos que hoy, que tenemos una nueva jornada de movilización en solidaridad con el pueblo griego, podamos ver un gran apoyo. Nuestra tarea es servir al pueblo griego, no a los intereses de los banqueros o de otros países.

Syriza ha sido criticado porque en el organigrama general del Gobierno hay una escasa presencia de mujeres...

Es verdad que la participación femenina en el nuevo Gobierno griego no es la que queríamos. Pero hay una gran diferencia respecto a los gobiernos anteriores. Tenemos algunos ejemplos significativos, como la nueva presidenta del Parlamento Helénico, Zoi Konstantopoulou. Es una compañera muy combativa de Syriza. Es la primera vez que el Parlamento Helénico tiene una mujer en la Presidencia. Hay muchas otras compañeras que forman parte del Gobierno y de la dirección del partido. Es una debilidad que debemos trabajar para corregirla. Aunque, para ser sinceros, tenemos que reconocer que esta no es, en estos momentos, nuestra principal prioridad. Pero queremos que las mujeres ocupen cargos significativos, como la Presidencia del Parlamento Helénico. Queremos demostrar que somos otra cosa. Porque somos otra cosa, también en esto.

Apoyo popular

«El elemento más importante del proceso que concluyó en la victoria electoral de Syriza es el factor popular, el apoyo de quienes salieron a las calles en 2011 y en 2012»

UE

«Hay países poderosos en la UE que no quieren soluciones. Temen que si los pueblos de Europa ven que hay otra alternativa, la dominación alemana no pueda continuar»

Gobierno

«La cooperación con Griegos Independientes es una buena solución. Algunos esperaban que cooperásemos con partidos llamados de centroizquierda pero que apoyan las políticas neoliberales»