Puede con todo, salvo con Granger y Toolson
A pesar de la lesión de Doblas, los donostiarras pelearon hasta los últimos segundos. Los malagueños hallaron la racha triplista después del descanso.
GIPUZKOA BASKET 72
UNICAJA 76
Si ya de por sí iba a resultar difícil para Gipuzkoa Basket derrotar a Unicaja, las molestias de David Doblas por culpa de un esguince de tobillo lo volvió completamente imposible. El pívot de Pedreña se había mostrado inmune a las lesiones en sus casi diez años de carrera profesional en Donostia, pero ayer cayó lesionado en la rueda de calentamiento. Parecía que se iba a perder el partido, pero regresó tras el receso. Pese a todo, los donostiarras tuvieron a Unicaja contra las cuerdas, aunque no pudieron con Granger y Toolson, claves en el desenlace.
Con Goran Huskic en el quinteto titular, Unicaja hizo sangre. Tras un inicio algo frío lograba un parcial de 0-12 para pasar el marcador del 7-4 a 7-16. A falta de acierto en el tiro exterior, los malagueños «cebaban» a balones a un Vladimir Golubovic que podía enseñorearse en la zona ante la escasa resistencia de Olaizola y Huskic.
El tiempo muerto correspondiente de Jaume Ponsarnau trajo consecuencias y buenos resultados. Taquan Dean, desacertado en el tiro y mal en defensa, debió dar paso a Iarochevitch, mientras que Rafa Huertas saltaba para mejorar la defensa del bloqueo directo. En resumen, que los locales lograron reengancharse al partido, llegando 15-18 al segundo cuarto, mientras que los servicios médicos de GBC anunciaban que Doblas probaría en el descanso para ver si podía jugar.
Mientras tanto, las rotaciones de Unicaja bajaban sorprendentemente su nivel. Fran Vázquez no conseguía perpetuar el dominio de Golubovic en la pintura, y jugadores como Stefansson o Markovic tampoco ofrecían su mejor cara, firmando un impresentable 0 de 9 en triples. Por contra, Jordi Grimau saltaba a la cacha con la muñeca a punto, y de su mano Gipuzkoa Basket lograba ponerse por delante. El escolta catalán sumaba siete puntos y Taquan Dean agradecía el paso por el banquillo. Joan Plaza debía pedir tiempo muerto después de que Franch sacara su manual de genialidades para elevar el 31-23 al marcador con una penetración tras amagar sucesivos pases.
Julen Olaizola merece un capítulo aparte. El pívot donostiarra no es ningún dechado de virtudes, es pequeño para su posición y paga su intensidad en defensa cargándose de personales. No obstante, ayer pudo reivindicarse. Sumó seis puntos en el segundo cuarto, mostró que desde media distancia no tira mal y además, puso su habitual gama de bloqueos para que jugadores como Josep Franch pudieron penetrar a gusto. Si Gipuzkoa Basket llegaba con ventaja al descanso, 38-34, después del primer triple de Unicaja a cargo de Granger, la labor sorda de Julen Olaizola tuvo mucho que ver.
Aplastamiento
El regreso de David Doblas encendió los ánimos de Illunbe. El propio jugador reconocería después que jugó anestesiado, aunque no dejó de luchar ante un Unicaja mucho más agresivo.
Granger tomaba las riendas de la escuadra malagueña, anotando o conectando con Green y Kuzminskas. Gipuzkoa Basket se mantenía arriba al final del tercer cuarto, 50-49, pero empezaba a notar el aplastamiento que provocaba la presión andaluza.
Faltaba que jugadores como Toolson y Vasileiadis empezaran a meterlas desde fuera. Unicaja volteó el marcador y se escapó 57-64. Los de Ponsarnau reaccionaron hasta situarse 61-64 primero y 65-66 más tarde, entre Iarochevitch y Doblas. Los malagueños, empero, no iban a dejarse remontar. Toolson y Granger certificarían el 72-76 final desde la línea de tiros libres.
Las cosas le van mal a Mikel Motos. El escolta donostiarra pasa hoy en Barcelona por el quirófano para tratar su lesión en el metatarsiano y causará baja seis semanas más. Con muletas y semblante serio, Motos animó a sus compañeros en el banquillo de GBC.
David Doblas: «Los hemos tenido, pero nos ha faltado creer un poco»
Todo voluntad y coraje, David Doblas se lamentaba de la derrota. En opinión del cántabro, a los donostiarras les faltó «creer» en sus posibilidades.
«Nos ha faltado creer. Los teníamos, pero Unicaja tiene una gran virtud, que es la de explotar nuestras debilidades. Nos han castigado los pequeños errores; esos triples que no hemos sabido parar cuando han entrado en racha y los dos rebotes que nos han tocado», reconocía.
Con todo, el jugador de Pedreña reconocía que «el equipo se ha recompuesto y ha luchado».
Doblas terminaba su declaración con una reflexión acerca de la temporada de Gipuzkoa Basket. «Nos falta ganar algún partido en el que vayamos por debajo en el marcador», acabó. A. G.