En la brecha hasta la bronca al receso de Xavi Pascual
Los donostiarras lograron llevarse la primera mitad por 34-36, pero Abrines rompió el partido en el tercer cuarto, liderando un ilevantable parcial de 27-11.
BARCELONA 71
GIPUZKOA BASKET 58
Le ha sentado mal al Barça perder la final de Copa y bien a GBC el descanso. Jaume Ponsarnau conminaba a sus muchachos a «estar preparados» por si el Barça les daba una oportunidad, y los suyos le hicieron caso. Nada se les puede reprochar, pero la bronca de Xavi Pascual al descanso surtió efecto, y no les quedó otra que volver de Barcelona con las manos vacías, tras encajar un parcial de 27-11 en el tercer período.
Parecía que el Barça iba a arrollar de tal manera a GBC que el partido no duraría ni diez minutos, pero lo cierto es que los de Ponsarnau respondieron tan bien al primer golpe, que fue el técnico blaugrana quien se vio obligado a pedir el primer tiempo muerto, ya que su rival fue capaz de pasar de un 8-0 de arranque a un 8-10 favorable.
Claro que, para el siguiente parpadeo, los culés volvían a conseguir un parcial de 8-0, gracias a que Satoransky -que parece haberle arrebatado la titularidad a un Huertas muy cuestionado- lograba explotar sus dos metros ante Jared Jordan, amén del dinamismo creado con la entrada de Edwin Jackson sobre un Taqua Dean que debió sufrir para sumar cada una de sus canastas.
En todo caso, Gipuzkoa Basket seguía sin perderle la cara al duelo y conseguía llegar a un punto de su rival, 18-17, al final del primer cuarto, fruto de la actividad de Doblas bajo los tableros y una canasta final de Dean que rubricaba un jugadón defensivo de Olaizola, capaz de ponerle un tapón a Tomic.
La rotación donostiarra, anotando tres triples seguidos, logró adelantarse de nuevo, 23-27, obligando a Pascual a hallar soluciones en jugadores como Huertas, Lampe o Nachbar. Con el partido estabilizado, el duelo del Palau llegaba al descanso con un esperanzador 34-36, después de canastas de Dean y Díez, aprovechando sendas asistencias de Jared Jordan. En el último tiempo muerto antes del receso, Xavi Pascual no gritaba, pero advertía que «cuando vayamos al vestuario, hablamos».
Compartir el balón
Gipuzkoa Basket logró que el Barça se fuera al vestuario sin haber dado una asistencia, pero aquello iba a cambiar, ya que iban a repartir hasta seis en diez minutos. Aún daría una más.
La actitud donostiarra siguió siendo irreprochable, pero la irrupción de Abrines, autor de 12 tantos en el tercer cuarto, despegó a la escuadra culé hasta el 61-47 del final del tercer cuarto.
La peor noticia llegaba en el cuarto final, con todo decidido. Taquan Dean debió retirarse cojeando, tocado al parecer del tobillo. El choque cayó en intensi- dad y se sucedieron las pérdidas. Pascual y Abrines lo decidieron todo en diez minutos.