Nunca nadie le metió 57 puntos a los San Antonio Spurs en su cancha. Nunca nadie había anotado tanto en un partido para los Cavaliers. Kyrie Irving logró ambas cosas, para liderar el triunfo de los de Ohio en la cancha de los vigentes campeones por 125-128 en la prórroga.

El MVP del pasado Mundial salió vencedor en su mano a mano con Tony Parker, autor de 31 puntos y líder indiscutible de la franquicia texana. Irving no solo anotó 57 tantos, sino que logró un registro de 10 de 10 en tiros libres y 7 de 7 en triples. Uno de esos lanzamientos desde la distancia sirvió, además, para forzar el tiempo extra, un empate a 110 que pudieron haber evitado los Spurs, de haber anotado alguno de los tiros libres que dispuso Kawhi Leonard a 3,1 segundos del final. Pero el último MVP de las finales de la NBA erró, e Irving no. Así de simple.

Ya en la prórroga, LeBron James -autor de 31 puntos-, dio un paso adelante y certificó el triunfo de los entrenados por David Blatt a golpe de triple.

En el resto de la jornada, Derek Fisher y Phil Jackson vivieron un emotivo regreso a Los Angeles, logrando además la victoria para los Knicks ante los Lakers por 94-101. Por su parte, Los Indiana Pacers superaban en la prórroga a Milwaukee Bucks por 109-103, con 17 tantos y 15 rebotes de Luis Scola.

El petardazo de la jornada la daban los Grizzlies. Sin Marc Gasol, los «ositos» caían por un rotundo 107-87 frente a los Wizards, incapaces de detener al polaco Gortat en la pintura, autor de 22 puntos y 9 rebotes.