La incineración de «residuos reciclables y compostables» tiene los años contados en la Unión Europea. El Parlamento ha pedido por 479 votos a favor, 66 en contra y 63 abstenciones su eliminación «progresiva» antes de 2020. Para ello ha solicitado a la Comisión Europea que presente propuestas concretas antes de 2014. También se pide implantar gradualmente una prohibición general a escala europea de los vertederos de residuos, aunque sin un plazo determinado.
Entre los eurodiputados que han votado a favor de esta propuesta, realizada por el holandés Gerben-Jan Gerbrandy, se encuentran, entre otros, la representante del PNV, Izaskun Bilbao, los miembros del PP Carlos Iturgaiz y Jaime Mayor Oreja, y la parlamentaria Eider Gardiazabal Rubial, del PSE.
El dato no es anecdótico, puesto que estos tres partidos han censurado una propuesta en las Juntas Generales de Gipuzkoa para forzar a la Diputación a la construcción de una incineradora, en línea con una decisión similar adoptada la víspera en Bizkaia.
El acuerdo europeo contempla la «necesidad de eliminar casi por completo los desechos residuales». Junto a ello, asegura que es preciso elaborar y determinar más los objetivos actuales respecto a la recogida y separación de los residuos para la recuperación más alta y cualitativa de materias en cada una de las fases».
Además, la resolución parte del principio de que «el reciclaje es más que la recogida de residuos reciclables y que, por tanto, resulta fundamental que las futuras medidas abarquen todos los eslabones de la cadena de valor».
El diputado de Gipuzkoa de Medio Ambiente, Juan Carlos Alduntzin, ha destacado la relevancia de la decisión, agregando que tiene 479 razones más para oponerse a la incineración. Cree que las contradicciones de PP, PNV y PSE en ambos parlamentos deja en evidencia el uso partidista que hacen de los residuos.
Enseñar a clasificar
La Eurocámara «destaca la importancia del papel que desempeñan los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil a la hora de introducir cambios y transformar la economía; subraya la necesidad de desarrollar estrategias de concienciación y estrategias para modificar los hábitos de consumo».
En este contexto, en su punto 32, «pide a la Comisión y a los Estados miembros que hagan mayor hincapié en la información, la educación y la concienciación, en especial por lo que respecta a la clasificación de los residuos, la reutilización y el reciclaje, teniendo en cuenta que la educación influye directamente en los hábitos de eficiencia en el uso de los recursos».
Una urgencia económica
La resolución propuesta por Gerben-Jan Gerbrandy parte de la consideración general de que «la actual crisis económica, financiera y medioambiental muestra que Europa necesita con urgencia nuevas fuentes de crecimiento económico sostenible». Y añade que «el cambio de la económica hacia un uso más eficiente de los recursos» «reforzará la competitividad y aportará nuevas fuentes de crecimiento y de empleo».
La propuesta por el reciclaje abarca todo el proceso de producción, con un concepto integral, tendiendo a que el resultado sea la práctica inexistencia de residuos al final.
En este sentido, «recuerda la necesidad urgente de una reducción del uso de recursos para evitar problemas futuros como la escasez y el aumento de los precios de los recursos».
En el ámbito económico, el Parlamento Europeo «insta a los estados miembros a que recurran a la fiscalidad medioambiental y destaca que así se deberían poder reducir otros impuestos como los que gravan las rentas del trabajo, aumentar la competitividad, crear unas condiciones equitativas y allanar el camino al desarrollo tecnológico».
En el lado contrario, «insta a la Comisión y a los estados miembros a adoptar, sin demora y a más tardar en 2014, planes concretos basados en una definición clara para la eliminación de todas las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente antes de 2020».