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MADRID

El Estado español formaliza la petición de rescate bancario

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha enviado al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, la solicitud formal de rescate bancario, que no incluye el importe exacto de ayudas dentro del respaldo de hasta 100.000 millones de euros al que podría acceder.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, durante la reunión del Ecofin, la pasada semana. (Georges GOBET/AFP PHOTO)
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, durante la reunión del Ecofin, la pasada semana. (Georges GOBET/AFP PHOTO)

«Tengo el honor de dirigirme a usted en nombre del Gobierno de España, para solicitar formalmente asistencia financiera para la recapitalización de las entidades financieras españolas que así lo requieran», comienza la carta enviada al presidente del Eurogrupo, en la que el ministro de Economía, Luis de Guindos, afirma que «la elección del instrumento concreto en el que se materializará esta ayuda tendrá en consideración las diferentes posibilidades disponibles en la actualidad y aquellas que se puedan decidir en el futuro».

La carta indica que esa «asistencia financiera se enmarca dentro de los términos de la ayuda financiera para la recapitalización de las instituciones financieras».

De Guindos asegura que las autoridades españolas ofrecerán «todo su apoyo» en la valoración de los criterios de eligibilidad, la definición de la condicionalidad financiera, el seguimiento de las medidas a implantar y en la definición de los contratos de ayuda financiera, con el objetivo de finalizar el Memorando de Entendimiento antes del 9 de julio.

La carta contiene formalmente la petición de rescate, pero no da detalles sobre las condiciones del crédito –que deberán ser negociadas con el Eurogrupo– ni la cifra que se solicitará.

62.000 millones de euros

La banca española necesita un capital máximo adicional de 62.000 millones de euros en un escenario extremadamente adverso, con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 6,5% para los próximos tres años, según se desprende de la evaluación de las consultoras independientes Oliver Wyman y Roland Berger encargadas por el Gobierno de Madrid.

De Guindos espera que el memorándum con las condiciones que se impondrán a los bancos y al conjunto del sistema financiero a cambio de la ayuda europea se acuerde en la reunión del Eurogrupo del 9 de julio.

La cantidad final que pedirá el Estado español al fondo de rescate se decidirá una vez terminen las negociaciones. El ministro de Economía espera que el préstamo sea a largo plazo, de más de 15 años, cuente con un periodo de gracia entre 5 y 10 años y tipos de interés de entre el 3% y el 4%.

Recapitalización directa

El ministro de Economía considera que la recapitalización directa de la banca sigue siendo una posibilidad abierta para el Estado español si los líderes europeos llegan a un acuerdo en este sentido en las próximas semanas o meses.

El Gobierno encabezado por Mariano Rajoy prevé que el segundo examen detallado sobre la banca española que se conocerá en setiembre concluya que el sistema financiero necesita menos de 62.000 millones de euros de capital adicional para sanearse.

Las cuatro grandes auditoras, Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young, están verificando la clasificación de los créditos de la banca para determinar las necesidades de capital de cada entidad, y presentarán la información contable el 31 de julio.

Posteriormente y a la luz de este análisis contable de las auditoras, una de las dos consultoras (Oliver Wyman o Roland Berger) realizará una nueva prueba de esfuerzo para evaluar la capacidad de absorción de pérdidas de las entidades de forma individualizada.

Así, se conocerán las necesidades de capital entidad por entidad el próximo mes de setiembre y se requerirá que preparen planes de capitalización indicando cómo van a cubrir los déficit de capital, en su caso, para asegurar su viabilidad a largo plazo.

Aún no se ha fijado de qué forma se materializará el respaldo de recursos públicos para las entidades que los requieran para sanearse, ya que podría concretarse en forma de inyecciones de capital o de bonos contingentes convertibles.

Estos bonos, conocidos como «cocos» en jerga financiera, podrían llevar aparejado un tipo de interés superior al 8%, mientras que las inyecciones de capital no acarrean una remuneración para el beneficiario.