Iñigo Urkullu ha presentado esta tarde las líneas generales de su proyecto económico y político para las elecciones del 21 de octubre ante un auditorio de más de 600 personas conformado por representantes del ámbito económico, social, cultural y deportivo de la sociedad.
El discurso del candidato jeltzale ha girado en su práctica totalidad sobre la situación económica y laboral que «atenaza» a las ciudadanía y en sus propuestas para abordar la actual crisis económica y financiera de la Comunidad Autónoma.
Ha defendido el proyecto político y económico con el que concurrirá a los comicios es «realista» y ha señalado que sus prioridades en el campo económico serán la racionalización del gasto y la incentivación de la actividad económica, como fórmula para generar empleo.
Se ha comprometido a hacer de la estabilidad presupuestaria y del cumplimiento de los objetivos del déficit otras de las metas de su Gobierno en caso de ganar las elecciones, así como a reducir la estructura de la Administración y a hacer una auditoría para conocer «la situación real en que deja las cuentas» el actual Ejecutivo de Patxi López.
«Euskadi, nación de Europa»
En el apartado de desarrollo del autogobierno, al que ha dedicado solo un par de pinceladas al final de su intervención, Urkullu ha apostado por un «gran acuerdo» para que la CAV se relaciones con el Estado español «en términos de bilateralidad» y otro para garantizar «el respeto a la voluntad libremente expresada por los vascos y las vascas».
«Un gran acuerdo para hacer realidad [el lema] Euskadi, nación de Europa», ha afirmado.