El pasado mes de junio, la consultora Oliver Wyman calculó que las entidades necesitarían entre 51.000 y 62.000 millones para afrontar las pérdidas esperadas de buena parte de la cartera de créditos ante un hipotético descalabro económico hasta finales de 2014.
La cifra final quedará previsiblemente en la parte alta de la horquilla y las cuatro entidades en manos del Estado, Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valéncia, concentrarán las mayores necesidades de capital, unos 40.000 millones.
Según fuentes financieras consultadas por Efe, Bankia requerirá más de 19.000 millones, aunque menos de los 26.000 millones que Oliver Wyman había calculado inicialmente.
En el lado contrario, con capital suficiente para resistir incluso en el escenario más adverso, figurarán el Banco Santander, BBVA, CaixaBank y previsiblemente también KutxaBank y Bankinter.
Algunos expertos incluyen al Banco Sabadell, pero otros creen que la entidad, al igual que el Banco Popular, necesitará capital aunque lo conseguirá por sí solo, sin recurrir a ayudas públicas.
Otro grupo con escasez de capital pero capaz de reforzarlo sería Unicaja, siempre que no se una con Caja España-Duero, ya que eso le arrastraría a pedir ayudas públicas, como a juicio de la agencia Fitch le sucederá a BMN, Liberbank y Caja 3.
El socio responsable de sector financiero de KPMG en el Estado español, Francisco Uría, cree que la publicación de los resultados de las pruebas debería despejar todas las dudas hasta ahora existentes respecto a la situación real del sector abriendo el camino para su reestructuración definitiva.
En su opinión, también confirmarán que existe un buen número de entidades que no necesitarán ningún tipo de ayuda pública y en el caso de las que deban reforzar su capital, lo verdaderamente importante es la capacidad para desarrollar un negocio rentable y acceder a los mercados de financiación.
Eso constituye la diferencia esencial entre unas entidades y otras, y por ello habrá que estar atentos a los planes que se presenten, teniendo en cuenta la credibilidad resultante de su trayectoria pasada, argumenta el experto.