El PNV gana, sin duda, aunque con menor números de votos que hace cuatro años. Los votos los pierde en Araba y Bizkaia. Gipuzkoa constituye su gran éxito, o el de Egibar, tantas veces puesto en entredicho en Sabin Etxea tras las contiendas electorales. Un mensaje en Twitter de Markel Olano así lo señala: «Zorionak para @iurkullu y para un Joseba Egibar que hoy ha salido muy fortalecido».
EH Bildu irrumpe con mucha fuerza, muy por encima de la suma que habitualmente han hecho sus componentes. La excepción más notable es la de 1986, donde EA logró 13 escaños y HB otros 13, claro que, entonces, tras el gran cisma, el PNV se quedó en 17. En 1990, EA y HB «sumaron» 22.
Se puede decir que EH Bildu ha experimentado el fenómeno inverso al del PNV: mejora en Araba y Bizkaia (en comparación con Amaiur y Bildu) y se resiente en Gipuzkoa. Hay que matizar que fue solo en Gipuzkoa donde, después del fenómeno Bildu de mayo de 2011, Amaiur logró subir en votos. Llegó a los 130.000. Entonces, el empuje del poder recién alcanzado le favoreció; ahora quizá deba reflexionar sobre si ha podido sufrir algún desgaste.
En todo caso, el porcentaje sobre el voto a candidaturas ha sobrepasado el 25%, igual que sucedió con Bildu, lo que supone un punto más respecto al resultado Amaiur (en las elecciones generales la participación fue más alta). La ola surgida por la vorágine de los acontecimientos del crucial 2011 no ha decaído, y tiene el reto de proyectarse con más fuerza hacia el futuro.
Del resto de la Cámara solo se puede decir que es mucho más minoritaria, con el castigo expreso de los ciudadanos. La bajada del PSE ha sido espectacular. Patxi López dirá adiós, y habrá que ver si se confirman los rumores de que el partido está de saldos para irse con el PNV, por miedo a quedarse diluido en la oposición.
Y el PP llega a unos porcentajes realmente muy bajos. Su única fuerza es presentarse con el partido del Estado, porque aquella que emana de la voluntad popular se le ha volatilizado.
¿Provocará todo ello alguna reflexión democrática en el seno de esos dos partidos? Tendrían que llegar a la conclusión de que es hora de dejar de exigir a los demás y empezar a variar posiciones. Alguien, quizá, tendría que levantar el dedo en su interior y proponer que les toca a ellos hacer su propio ‘Zutik Euskal Herria’ para este nuevo tiempo.