En esta ocasión, la huelga ha sido impulsada por los sindicatos UGT y CCOO, una jornada que será secundada también en otros territorios europeos, como Portugal, y apoyada con distintos actos y manifestaciones en otros países de la Unión Europea (UE) para rechazar los duros recortes económicos.
La huelga no contará con la participación de los sindicatos ELA y LAB, que convocaron otra jornada de paro general en Hego Euskal Herria el pasado 26 de setiembre, entonces sin el apoyo de las otras centrales.
La primera huelga general del año, entonces convocada de forma conjunta por todos los sindicatos, encabezados por UGT, CCOO, ELA y LAB, se celebró el 29 de marzo con un seguimiento mayoritario.
Otras organizaciones sindicales como ESK y CNT han preferido hacer convocatorias coincidentes, pero propias.
La de hoy es una movilización que, según los secretarios generales de CCOO y UGT en la CAV, Unai Sordo y Dámaso Casado, respectivamente, quiere ser una «respuesta global ante un ataque global» que marcará «un antes y un después» en la construcción de un sindicalismo europeo que sea «útil para cambiar las políticas que se adoptan desde instancias europeas».
El secretario general de CCOO de Nafarroa, José María Molinero, quien ha apuntado que después del día 14 habrá otras movilizaciones y compromisos para lograr respuestas «más eficaces y eficientes», se ha mostrado confiado respecto a la respuesta que tendrá la huelga que cree será «importante».
Más de 300 comités de empresa de Nafarroa han dado su apoyo a la jornada de movilización.
En algunas empresas la jornada ha comenzado en el turno de noche. Es el caso de la planta de Volkswagen en Nafarroa donde, según han informado CCOO y UGT, en el turno nocturno que arrancaba a las 22.00 «no ha entrado casi nadie».
El Parlamento navarro aprobó este lunes, con los votos a favor de PSN, Bildu, Nabai e I-E y el rechazo de UPN y PPN, una declaración institucional de apoyo a la jornada y a todas las movilizaciones de rechazo a las «políticas de ajuste que se están llevando a cabo y que están provocando la mayor fractura social que se ha conocido en nuestro país desde la transición democrática».
En la CAV, Confebask ha criticado la convocatoria y ha subrayado que este tipo de movilizaciones «no resuelve nada» y, en cambio, hacen «mucho daño a las empresas, que lo está pasando tan mal como el resto».
El Gobierno de Lakua ha establecido unos servicios mínimos que obliga a los centros hospitalarios a contar con la plantilla habitual de un festivo, mientras que en la atención primaria deberán contar con el personal que habitualmente trabaja los sábados.