Tras la reunión celebrada con los sindicatos, que se ha alargado durante dos horas, en la que han participado el alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre, y la concejal de Recursos Humanos, Nekane Burutaran, el Gobierno municipal ha admitido que no tiene «alternativas» y que «no le queda otra», ya que la decisión del Ejecutivo español es de obligatorio cumplimiento, por lo que los empleados municipales no cobrarán en diciembre la paga extra.
Como fórmula para compensar a los trabajadores, el Consistorio contempla adelantar el pago de la nómina de diciembre al día 15 y adelantar al 2 de enero el extra de junio de 2013.
En declaraciones a la prensa, Burutaran ha explicado que en el encuentro con los sindicatos se les ha trasladado la postura del Ayuntamiento que, según ha dicho, tiene como objetivo «buscar que la merma inmediata no se note».
El representante de ELA, Jakoba Urteaga, ha anunciado que mantendrá las movilizaciones al no estar de acuerdo con la decisión. «Lo único que está claro es que en 2012 una paga no la vamos a cobrar», ha apuntado.
Por su parte, el portavoz de LAB, Juanjo Altuna, ha precisado que la propuesta del Ayuntamiento «no es definitiva» y ha señalado que analizarán el «esfuerzo» realizado por Bildu para buscar alternativas, pese a estar «en contra de los recortes».