En 1913, el mismo año en el que se colocaron los pilares de San Mamés, la famosa cupletista de la época Teresita Zazá se presentaba en Bilbo para actuar en el salón Vizcaya de la calle San Francisco. Entre su repertorio se encontraba el ‘Alirón’, una canción obra de Álvaro de Retana y Gaspar Aquino y cuya letra original decía así: «En Madrid se ha puesto en moda la canción del Aliron / y no hay nadie en los madriles que no sepa esta canción / y las niñas ya no entregan a un galan su corazón / si no sabe enamorarlas al compás del alirón / Alirón, alirón, alirón pom, pom, pom... (estribillo)».
Para su sorpresa, el público presente puesto en pie rectificó el estribillo final para entonar el «alirón, alirón, el Athletic campeón...», en honor a los campeones que entrenaba entonces Luis Izeta. Fue el primer himno oficioso del club bilbaino, una canción de cabaret, de café-cantante, y aquella cantinela pervive todavía un siglo más tarde.
Pero no fue hasta muchas décadas después cuando el Athletic estrenó su primer himno oficial, un cántico apadrinado por el maestro Carmelo Bernaola, que la afición rojiblanca escuchó por vez primera un 30 de marzo de 1983, curiosamente con el segundo tiempo ya iniciado de los cuartos de final de la Copa jugados frente al Barcelona en La Catedral. Este domingo se cumplirán 30 años.
Así se canta, desde entonces, el «Athletic, gorri ta zuria / danontzat zara zu geuria / Erritik sortu zeñalako / maite zaitu erriak. / Gaztedi gorri-zuria/ zelai orlegian / euskalerriaren erakusgarria...», es tarareado por todo aficionado zurigorri desde la cuna. A Bernaola se le hizo el encargo -la letra en euskara es de Juan Antón Zubikarai- con libertad para componer lo que quisiera, pero decidió bucear en la tradición y el patrimonio musical que habían acompañado al equipo rojiblanco a lo largo de su historia, y optó por arreglar y combinar viejas canciones ya existentes, como el popular ‘Alirón’ de Aquino y Retana, mezclado con el pasacalles ‘Altza Gaztiak’ de Feliciano Beobide.
Autorías
Esta marcha de Beobide fue publicada en 1933 por una editorial tolosarra, con el añadido de que era una obra dedicada al club rojiblanco, más en concreto, ‘Himno de los mendigozales dedicado al Athletic Club de Bilbao’. Lo que desconocía era que parte de esa melodía no era una letra popularizada sin más, sino que había sido compuesta en 1904 por el hernaniarra José Olaizola y estrenada por la banda de Txistularis de Zarautz el 5 de febrero de 1905, conocida como ‘Aupa Mutilak’.
Para reordenar tanta autoría, el 23 de septiembre del 2004, en la Comisión de dictámenes y conflictos del club de Ibaigane se celebró un acto de conciliación para determinar la autoría del ‘Himno del Athletic’, y estableció que «En las partituras del himno del Athletic Club deberán constar: Himno del Athletic Club. Música: Feliciano Beobide y José Olaizola. Arreglos y Dirección: Carmelo Bernaola. Letra: Antxon Zubikarai. Coros de la ABAO». Así se zanjó el asunto de las autorías, y así nació el actual himno de los leones, hecho que para nada puede ni debe ocultar los precursores que durante un siglo calaron en la afición, desde aquel ‘Alirón’ -que también cantaba Sara Montiel-, pasando por el ‘Pasodoble Athletic Club’ -escrito por Marcelino Amenabar, director de la banda de Portugalete-, hasta la publicación del ‘Himno al Athletic Club de Bilbao’ -con letra de Goyo Nadal y música de Timoteo Urrengoetxea-, allá en 1950.
Su «Tiene Bilbao un gran tesoro, que adora y mima con gran pasión. Su club de fútbol de bella historia lleno de gloria mil veces campeón», arraigó ¡y de qué manera!, hasta el punto de ser el canto oficioso hasta ese 1983 del de Bernaola. Se cuenta que esta canción, la de Nadal y Urrengoetxea, se escribió en una servilleta de un restaurante bilbaino de forma improvisada, para ser cantada en directo horas después en una gala de Radio Bilbao con Boby Deglané. También se dice que la melodía estaba preparada para un anuncio de una marca de lejía.
Es la historia del himno del Athletic, el mismo que sobre todo los más pequeños aficionados ‘zurigorris’ se saben de carrerilla, el mismo que algunos opinan que no es sino un arreglo del antiguo y que ni el propio Bernaola niega, y el mismo que algunas voces al otro lado de la A-8 insisten en reprochar que no se trata sino un plagio bilbaino de un pasacalles compuesto por guipuzcoanos.
Es el himno, en cualquier caso, que este 30 de marzo cumple tres décadas desde que se escuchara por la megafonía de San Mamés. Un himno que, no hay que olvidarlo, trajo suerte al equipo de Javi Clemente, que ese día ganó 1-0 al Barça, con gol de Dani... y después la Liga.