Un año después de la creación de Kutxabank, las tres cajas que integran el banco -BBK, Kutxa y Vital- celebran sus primeras asambleas desde que se celebraran las elecciones. Los recortes que sufrirá la Obra Social serán el centro de atención de la jornada que también estará marcada por el rechazo de diferentes formaciones políticas y agentes sociales a un tijeretazo que el presidente de la entidad bancaria, Mario Fernández, calificó de «inevitable».

En el orden del día de las tres asambleas figura la aprobación de las cuentas de 2012, las remuneraciones de los cargos de sus consejos de administración y, como punto más importante, la votación del presupuesto de sus obras sociales.

Kutxabank obtuvo en 2012 un beneficio neto consolidado de 84,6 millones de euros, es decir un 65,5% menos que en 2011 tras destinar 585 millones a provisiones, lo que conllevará recortes en muchas partidas.

Fuentes de las cajas indicaron que Kutxabank tiene previsto destinar este año 27,9 millones de sus beneficios a la obra social, cantidad que podría verse incrementada según la evolución del ejercicio.

Se esperan recortes en partidas destinadas a programas no asistenciales, mientras que adelantan que la obra social se centrará en proyectos sociales y en el fomento del empleo.

Juego de mayorías

En el caso de Kutxa, el juego de mayorías cobra especial importancia ya que, de mantenerse la alianza formada entre partidos y sindicatos que privó a EH Bildu del control del Consejo de Administración, los presupuestos y, por consiguiente, los recortes en obra social recibirían el visto bueno de la asamblea.

La dirección propone un montante de 14,9 millones de euros, lo que significa una reducción de más del 60% respecto al pasado ejercicio. Estas propuestas se aprueban por mayoría simple, por lo que será necesario que se repita la alianza entre partidos como PNV, PSE y PP, y sindicatos como CCOO y Pixkanaka para sacarlas adelante, ya que EH Bildu suma 35 de los 79 asambleístas de Kutxa, a los que probablemente se sumará el delegado de LAB.

En la asamblea de BBK, al igual que en las otras dos cajas, estará sobre la mesa la problemática de los desahucios, ya que algunos consejeros pedirán su paralización en el caso de clientes que no tengan más patrimonio que su vivienda.

En el caso de Vital el recorte en obra social afectará al programa de ayudas para el pago de alquileres Vitalquiler, que este año concederá 1,6 millones de euros, pero está en estudio la cuantía para 2014.