Mikel Pastor
Bilbo
Entrevista
Karlos Trijueque
Autor del documental ‘Crónica de una herida abierta’

«La gente tiene que saber con detalle qué ocurrió esa noche»

Este sestaoarra de adopción comenta que lleva dedicándose a la producción audiovisual «desde que era un crío»; se dedica a ello de forma profesional desde hace cinco o seis años. Ha realizado varios documentales, como el titulado ‘Y si tú sos vos?’, sobre los niños robados en la dictadura argentina. Su último trabajo pretende mostrar a la sociedad los hechos que desencadenaron la muerte de Iñigo Cabacas.

Karlos Trijueque. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)
Karlos Trijueque. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)

Nos reunimos con Karlos Trijueque en el callejón de María Díaz de Haro, lugar donde cayó mortalmente herido Iñigo Cabacas. A nuestro lado está Kirruli, la herriko taberna de Indautxu donde aquella noche decenas de personas se refugiaron de los pelotazos de la Ertzaintza. En la charla previa a la entrevista, el autor nos confiesa que ha tenido que dejar muchísimo material fuera del montaje oficial de ‘Crónica de una herida abierta’, que se estrena hoy (20.00, Sala Bilborock), para conseguir un documental «dinámico y ágil».

¿Por qué decidió incluir las grabaciones desveladas por GARA en el documental?
El documental analiza exhaustivamente lo que ocurrió aquella noche mediante las versiones de bastantes testigos, componiendo una parte del puzle. Con estas grabaciones tenemos la parte que nos falta, la parte que completa el puzle. Es por esto que se decide utilizar.

¿Qué impacto personal le han causado esas grabaciones?
Imagínate; llevábamos un par de meses trabajando en el documental, hablando con todos los testigos, conociendo todas las impresiones de familia, amigos... haciéndonos una idea de como pasó. Y resulta que hace cuatro días escuchas la realidad... Fue muy impactante, muy duro, no me podía esperar ese tono en las órdenes.

¿Cómo surge la idea de hacer un documental sobre la muerte de Iñigo Cabacas?
Hay que rendir un homenaje a los amigos. Desde que esto sucedió, han intentado mantener vivo el recuerdo de Iñigo, sabiendo lo que pasa en estos casos, que se van enfriando, se van olvidando... Decidieron realizar cada mes acciones por las que la gente siguiera recordando que existe un caso ahí. Una de esas acciones, al de ocho meses de la muerte de Iñigo, fue hacer una canción de homenaje, que le pidieron al grupo Jare. Yo había trabajado con Jare en algún videoclip y se pusieron en contacto conmigo. Cuando me reúno con ellos y comenzamos a hablar del tema, veo que sé la mitad de lo que debería saber y que queda mucho por aclarar. Ahí se decide comenzar con el documental.

¿Qué se pretende reflejar mediante este documental?
Básicamente, mi pregunta principal era ¿que pasó allí? ¿cómo es posible que no se sepa cómo ha muerto? ¿qué ha pasado? Que la gente sepa con detalles que ocurrió esa noche. Y a partir de ahí, que se puedan dar debates sobre la necesidad de depurar responsabilidades por aquella carga o el cambio en el modelo policial.

Uno de los testimonios más crudos es el de Laia y Roberto, la pareja de malagueños que se encontraban en el callejón y que auxiliaron a Iñigo nada más ocurrir el accidente...
La importancia del testimonio de ambos es vital. Primero, obviamente, porque ella fue la que asistió en primer lugar a Iñigo, y segundo, por otra cuestión: son malagueños. Y sí que he notado en el documental la diferencia de percepción que hay en este tipo de actos para unos malagueños y para unos vascos. Para la gente de aquí es mas habitual la presencia y la actuación policial, mientras que para ellos era una experiencia totalmente nueva. Además, son testigos de excepción. Roberto fue la única persona que tuvo una mínima libertad de movimientos tras el accidente. Esa sensación de asombro es visible en sus testimonios en el documental. Lo tienen todo grabado en su mente: los detalles, la cronología de los hechos, la actitud de los agentes... Les causó un impacto terrible.