
Representantes de la fundación Egiari Zor han comparecido en Bilbo junto a una quincena de familiares de presos y allegados víctimas de la política carcelaria. Alain Berastegi, sobrino de Peio Mariñelarena, fallecido en una prisión francesa, e Idoia Muruaga, compañera de Igor Angulo, muerto en la cárcel de Cuenca, han criticado el «incesante» ataque a los derechos humanos que sufren los presos vascos con la actual política penitenciaria «de excepción» que aplican París y Madrid, concebida «dentro de su estrategia represiva en el marco del conflicto político».
Así, han denunciado la desasistencia sanitaria, el aislamiento y los «acosos constantes» que padecen, así como el alejamiento de sus hogares.
«Esta ruleta criminal que ambos estados mantienen girando en torno a sus intereses políticos ha ocasionado la muerte de 32 presos políticos, y 17 personas más han fallecido cuando se dirigían a visitar a sus allegados a cientos de kilómetros de su casa», han remarcado.
Los integrantes de Egiari Zor también han incidido en que «el amor a nuestros familiares está pagando también un altísimo precio». En ese sentido, han recordado que el pasado mes de marzo «esta realidad nos volvió a golpear duramente» en menos de 15 días con la muerte de Anjel Figueroa y Xabier López Peña. «Esta es la tragedia que está dibujando la brutalidad de los estados en el ámbito penitenciario, y ya son 49 los muertos», han insistido.
Han denunciado que en tiempos en que desde distintos ámbitos se habla de «suelo ético y reconocimiento del daño causado», la violencia «de los estados» continúa «vigente» y abriendo «nuevas heridas» en lugar de «intentar cerrar las que ya existían».
Tras argumentar que la política penitenciaria «no es un abstracto», sino que responde a «decisiones tomadas por personas concretas», la fundación Egiari Zor ha exigido responsabilidades a los responsables de la citada política penitenciaria, que «deberán responder por las consecuencias de su aplicación».
«Si realmente queremos que Euskal Herria se dirija hacia un horizonte basado en la paz, debemos exigir la desactivación de la máquina represiva de los estados», han reivindicado, para contribuir así a que «cese el dolor y el sufrimiento».
Egiari Zor ha mostrado su «total compromiso» para seguir trabajando en favor de «una solución justa al conflicto», que «aún está por superar», a fin de que «Euskal Herria logre recorrer el camino que nos lleve a todos a alcanzar un acuerdo político y democrático».

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