«La reunión de hoy ha sido una declaración de guerra en toda regla. Lo que se ha demostrado en este país es que por encima del Gobierno Vasco, de las instituciones y de la mayoría social, hay una pequeña elite económica que está mandando, que es Confebask», ha dicho la delegada de LAB Garbiñe Aranburu en declaraciones a los periodistas a la salida de la reunión celebrada en la sede del Consejo de Relaciones Laborales.
La representante de CCOO, Mari Cruz Vicente, también se ha quejado de que la patronal «lo único que plantea es que no quiere entrar a negociar un acuerdo interconfederal que regule aquellos aspectos más perniciosos de la reforma laboral y que permita que los convenios provinciales que se negocien en Euskadi tengan prevalencia sobre cualquier otro ámbito de negociación».
La responsable de Acción Sindical de UGT, María Ballesteros, ha advertido que la falta de acuerdo «va a crear más conflictividad». «No va a ser pacífico», ha advertido.
«Cualquier modificación que se pretenda hacer de las condiciones de trabajo de los trabajadores en las empresas tendrá una respuesta tanto de movilización como jurídica», ha avanzado Ballesteros tras el encuentro con los empresarios.
En un comunicado, UGT ha acusado a las patronales de «irresponsabilidad y desvergüenza» al «negarse en rotundo» a un acuerdo para mantener la vigencia de los convenios territoriales y sectoriales que decaerán el 7 de julio si no son renovados antes.
Para UGT, esta situación «llevará a la competencia desleal de las empresas, en base a bajos salarios indiscriminadas, y a una sociedad empobrecida, al rebajarse el consumo y los ingresos fiscales».